EE.UU. se desacopla del
resto de las economías desarrolladas
Por
Eric Morath
miércoles, 26 de noviembre de
2014 0:02 EDT
La economía estadounidense se expandió a
su ritmo más rápido en más de una década durante los últimos dos trimestres,
demostrando que se ha fortalecido a pesar de la creciente incertidumbre global.
El Producto Interno Bruto, la medida más
amplia de los bienes y servicios producidos en una economía, creció a una tasa
anual desestacionalizada de 3,9% en el tercer trimestre, informó el martes el
Departamento de Comercio de EE.UU.
La revisión al alza desde un primer
cálculo de 3,5% colocó a la tasa de crecimiento combinada en el segundo y
tercer trimestre en 4,25%, lo que constituye el mejor ritmo semestral desde la
segunda mitad de 2003. Las cifras de producción están ajustadas por inflación.
“Las perspectivas económicas del país están
mejorando”, dijo el economista de Moody’sMCO +0.30% Analytics
Scott Hoyt. “La divergencia entre la economía de EE.UU. y la del resto del
mundo es notable”.
Aunque
los avances en EE.UU. han sido modestos en comparación a expansiones previas,
el crecimiento está superando el ritmo de otras economías. Japón cayó en
recesión en el tercer trimestre y el crecimiento de la zona euro apenas se
mantuvo en terreno positivo. La tasa de crecimiento en mercados emergentes como
China y Brasil también pierde impulso.
Algunas firmas están viendo esa
diferencia de cerca.
OptiLedge LLC, una empresa de Georgia
que produce aparatos plásticos que reemplazan a las tarimas de madera para
transporte industrial, observa una mayor demanda de sus clientes en EE.UU.,
incluidos minoristas y fabricantes. Y los menores costos de resina, gracias a
la caída en los precios del petróleo, apuntalan las ganancias. “Estamos
registrando un crecimiento sólido”, indicó su presidente Jeff Lamb.
No obstante, la economía global es una
preocupación para OptiLedge. Un
dólar más fuerte está reduciendo los márgenes en los envíos a un
importante cliente canadiense y las ventas a Asia se han desacelerado.
La revisión al alza del crecimiento
general, impulsada por un mayor gasto tanto de las personas como de las
empresas, sumado a una menor carga ocasionada por la inversión en inventarios,
sorprendió a los economistas que habían previsto que el PIB trimestral sería
revisado a la baja.
La economía creció a un ritmo de 3,5% o
más en cuatro de los últimos cinco trimestres, con la excepción de la
contracción de 2,1% del primer trimestre, que fue la peor caída registrada
fuera de una recesión.
La producción económica se expandió 2,4%
interanual en el tercer trimestre. La tasa está esencialmente en línea con el
crecimiento apenas por encima de 2% registrado desde que la economía
estadounidense salió de la recesión en la segunda mitad de 2009.
La revisión del crecimiento del tercer
trimestre fue sostenida por varios factores.
El consumo, que creció a un ritmo de
2,2%, fue mejor que lo estimado inicialmente ya que las empresas no permitieron
que las reservas menguaran tanto como se pensó en un principio. Esos factores,
combinados con los menores precios de la gasolina, indican el potencial de un
fuerte impulso para los compradores en el inicio de la temporada de compras de
fin de año.
El gasto empresarial en edificios y
maquinaria nuevos, así como en iniciativas de investigación y desarrollo,
crecieron más de lo estimado inicialmente, y el gasto en edificios y mejoras
residenciales avanzaron por segundo trimestre consecutivo luego de
desacelerarse a fines del año pasado.
Las lecturas de crecimiento más
recientes probablemente representen una aceleración modesta, más que un cambio
importante.
La consultora Macroeconomic Advisers
proyecta que los avances del PIB se desacelerarán a un ritmo de 2,2% en el
cuatro trimestre, lo que dejaría el crecimiento del año completo apenas por
encima de 2%.
Esos
factores de riesgo podrían influir en la decisión de la Reserva Federal de
cuándo subir las tasas de interés a corto plazo, a pesar de un mercado laboral
que ha mejorado mucho. La tasa de desempleo cayó el mes pasado a su nivel más
bajo desde 2008, aunque algunos valores subyacentes sugieren que el mercado
laboral sigue por debajo de su potencial.
Aunque los avances en EE.UU. han sido modestos en comparación a expansiones previas, el crecimiento está superando el ritmo de otras economías. Japón cayó en recesión en el tercer trimestre y el crecimiento de la zona euro apenas se mantuvo en terreno positivo. La tasa de crecimiento en mercados emergentes como China y Brasil también pierde impulso.
Algunas firmas están viendo esa diferencia de cerca.
OptiLedge LLC, una empresa de Georgia que produce aparatos plásticos que reemplazan a las tarimas de madera para transporte industrial, observa una mayor demanda de sus clientes en EE.UU., incluidos minoristas y fabricantes. Y los menores costos de resina, gracias a la caída en los precios del petróleo, apuntalan las ganancias. “Estamos registrando un crecimiento sólido”, indicó su presidente Jeff Lamb.
No obstante, la economía global es una preocupación para OptiLedge. Un dólar más fuerte está reduciendo los márgenes en los envíos a un importante cliente canadiense y las ventas a Asia se han desacelerado.
La revisión al alza del crecimiento general, impulsada por un mayor gasto tanto de las personas como de las empresas, sumado a una menor carga ocasionada por la inversión en inventarios, sorprendió a los economistas que habían previsto que el PIB trimestral sería revisado a la baja.
La economía creció a un ritmo de 3,5% o más en cuatro de los últimos cinco trimestres, con la excepción de la contracción de 2,1% del primer trimestre, que fue la peor caída registrada fuera de una recesión.
La producción económica se expandió 2,4% interanual en el tercer trimestre. La tasa está esencialmente en línea con el crecimiento apenas por encima de 2% registrado desde que la economía estadounidense salió de la recesión en la segunda mitad de 2009.
La revisión del crecimiento del tercer trimestre fue sostenida por varios factores.
El consumo, que creció a un ritmo de 2,2%, fue mejor que lo estimado inicialmente ya que las empresas no permitieron que las reservas menguaran tanto como se pensó en un principio. Esos factores, combinados con los menores precios de la gasolina, indican el potencial de un fuerte impulso para los compradores en el inicio de la temporada de compras de fin de año.
El gasto empresarial en edificios y maquinaria nuevos, así como en iniciativas de investigación y desarrollo, crecieron más de lo estimado inicialmente, y el gasto en edificios y mejoras residenciales avanzaron por segundo trimestre consecutivo luego de desacelerarse a fines del año pasado.
Las lecturas de crecimiento más recientes probablemente representen una aceleración modesta, más que un cambio importante.
La consultora Macroeconomic Advisers proyecta que los avances del PIB se desacelerarán a un ritmo de 2,2% en el cuatro trimestre, lo que dejaría el crecimiento del año completo apenas por encima de 2%.
Esos factores de riesgo podrían influir en la decisión de la Reserva Federal de cuándo subir las tasas de interés a corto plazo, a pesar de un mercado laboral que ha mejorado mucho. La tasa de desempleo cayó el mes pasado a su nivel más bajo desde 2008, aunque algunos valores subyacentes sugieren que el mercado laboral sigue por debajo de su potencial.