¿Quién gana y quién pierde con la caída del
precio del petróleo?
Los países importadores, como España, son los más
beneficiados por el menor coste
El efecto del recorte en el barril llega muy lentamente a
las gasolineras
El precio del petróleo está en caída libre.
El barril de Brent, el crudo de referencia
en Europa, ha pasado de costar 115 dólares a mediados de junio a los cerca de
84 dólares a los que cotiza este miércoles, es decir, más del 26% de bajada. El
West Texas, la variedad de referencia para Estados Unidos, ronda los 82
dólares. La banda de precios de ambos productos es la más baja desde 2010. Los motivos del desplome son
varios, y van desde las nuevas técnicas de extracción que elevan la
producción (como la fractura hidráulica), a las recientes exportaciones de EE
UU o la mayor oferta desde países como Libia e Irak. Más allá de las causas,
¿quién gana y quién pierde con la bajada de precios? España está en el bando
ganador. Aunque cuidado: una bajada del 26% del crudo no significa que la
gasolina vaya a costarle a los españoles mañana un 26% menos.
¿Es
ahora el petróleo barato?
Es más barato que en junio. Y que
en los últimos cuatro años: el precio medio del crudo en 2011 era de 107
dólares, en 2012 de 111 dólares y en 2012 de 110 dólares. Pero su coste
tampoco puede ahora considerarse barato si se mira la evolución con más
perspectiva: en 2008 el precio medio del barril era de 45 dólares y llegó ese
año incluso a reducirse a 36 dólares.
Los
que más ganan: los países importadores
Aquellos países con gran
dependencia energética serán, en principio, los principales beneficiados de
unas facturas entre el 20% y el 30% más baratas. No es cuestión de qué países
consumen más, sino cuáles se ven obligados a importar más barriles y, por
tanto, a pagarlo a precios más caros.
§ Europa,
la gran beneficiada. Por regiones, Europa es la que mayores
importaciones de petróleo desde el exterior realizó el año 2013: compró 9,3
millones de barriles de crudo al día y otros 3,3 millones de barriles de
productos petrolíferos, según el
informe anual World Energy 2014. Aunque es necesario tener en cuenta
que los precios varían según los productos, la procedencia y los seguros sobre
precios de combustible, una bajada de precios de cerca del 30% (del entorno de
los 110 dolares a los 80 dólares por barril), se puede traducir en un ahorro
conjunto medio de 370 millones de dólares (280 millones de euros al día) en la
materia prima.
§ España,
en el grupo ganador. España consume de media 1,2 millones de
barriles de petróleo al día. Y no produce prácticamente nada. Comprar esos
barriles a los países productores a 80 dólares en lugar de a 110, si se
mantuviera este año el consumo, significaría gastar 36 millones de dólares
menos al día (28 millones de euros) en la materia prima del combustible. Habrá
ahorro si siguen los precios bajos, aunque es muy difícil cuantificar su
importe real, ya que el precio del crudo fluctúa cada día y también lo hace el
consumo.
§ Impulso
para China e India. La factura energética de dos de las
economías más pujantes del mundo es muy elevada. Ambos países importan más
petróleo que toda Europa junta. China compra en el exterior 5,6 millones de
barriles de crudo al día y 1,2 millones de otros productos petrolíferos. Sus
exportaciones son mínimas. India, por su parte, no exporta nada y se ve
obligada a importar 3,8 millones de barriles de crudo al día.
§ ¿Los
conductores? Quizá en el futuro. Si el barril vale un 26% menos,
¿significa que un ciudadano que reposte gasolina pagará el 26% menos? No. Los
españoles no van a ver reducida su factura en la gasolinera a ese nivel. De
momento, se ha notado muy poco en las gasolineras. La primera explicación está
relacionada con la composición del precio del combustible: el precio del crudo
es solo una parte de lo que pagan por cada litro de gasolina, ya que, además de
la materia prima del petróleo, la gasolina incluye el coste de refinado y
transformación, así como un elevado porcentaje de impuestos. Esta semana el
litro de diésel en España se vende a 1,298 euros, pero más de la mitad (0,70
euros) son tasas, según el Boletín
Petrolero de la Unión Europea. A todo esto, hay que añadir también
el peso de las divisas: el petróleo se paga en dólares. Si el euro se deprecia
(como ha ocurrido, ha pasado de 1,36 a 1,28 dólares desde junio), la compra de
barriles para países del euro sale más cara, y eso puede amortiguar la bajada
de la materia prima. ¿Se hará más intenso este descenso en los próximos días?
Depende en parte de las empresas gasolineras. De momento, desde junio, se ha
abaratado tres céntimos. Quizá es cuestión de tiempo, aunque las autoridades de
la competenciallevan años denunciando el
efecto cohete-pluma: significa que las gasolineras trasladan las
subidas como un cohete pero las bajadas se reflejan con la velocidad de caída de
una pluma.
§ Empresas
industriales, aerolíneas, transporte por carretera... La factura energética es una parte esencial de
las empresas y, en la industria, un elemento básico de competitividad frente a
otros países. Además, el petróleo se usa como materia prima de multitud de
productos químicos. Para las aerolíneas, el coste del combustible supone cerca
del 30% de sus costes fijos, por lo que deberían ahora disfrutar de descuentos.
Del mismo modo, todas las compañías dedicadas al transporte por carretera se
podrían ver beneficiadas del menor precio del combustible, aunque dependerá en
su caso de si acaba por trasladarse con mayor incidencia a los surtidores, algo
que, de momento, no ha ocurrido.
§ Algunas
compañías de cobertura de riesgos por combustible. En las
industrias en las que el precio del petróleo es clave, como en la industria
aérea, es habitual la existencia de seguros o coberturas, que las empresas
contratan para que, si el precio se dispara, tengan al menos un porcentaje de
esa subida cubierto. Los precios están bajando y, por tanto, las empresas que
pagaron esos contratos no activarán los seguros, lo que beneficia a las firmas
que los emitieron.
Los
que pierden: exportadores y petroleras
El mercado del petróleo funciona,
en principio, marcado por la oferta y la demanda. Pero también marcado por la
previsión de oferta y demanda, debido al elevado peso en el sector de los
contratos de futuro y seguros de cobertura. Para los países exportadores de
petróleo, una bajada de precios se traduce en una reducción de sus ingresos. La
cuestión es si finalmente algunos grandes productores actuarán contra la
bajada, reduciendo su producción para sostener los precios.
§ Los
grandes exportadores. Los 11 países de la La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
producen cerca del 40% del crudo del mundo. Arabia Saudí produce 11,5 millones
de barriles al día. Irán 3,5 millones. Nigeria, 2,3 millones... La inmensa
mayoría va a la exportación y ahora será menos rentable. Además de la OPEP,
Rusia es otro de los grandes jugadores del mundo: produce más de 10 millones de
barriles al día. Pese a la reducción de precios, de momento, los exportadores
tradicionales no han aplicado recortes en la producción para aumentar los
precios y parecen apostar por mantener cuotas de mercado.
§ Los
nuevos productores. Hay
países, como Brasil, que se han sumado en los últimos años a la lista de
exportadores o áreas como Vaca Muerta (Argentina) donde se han multiplicado los
trabajos de extracción, pese a que los trabajos
puedan ser más caras, porque el elevado precio de venta compensa. Si
la bajada de precios se acelerara mucho, podría desincentivar las técnicas
extractivas más caras.
§ Las
empresas petroleras (también las españolas). Las cuentas de las compañías petroleras están unidas al precio
internacional del crudo, el de refino y los hallazgos que realicen en el
ejercicio. La bajada del precio del crudo, si continúa, puede impactar en los
resultados de Repsol, Cepsa o BP. De momento, los inversores ya se mueven ante
el posible efecto: las acciones de Repsol han caído el 16% desde junio. Las de
BP, más del 20%.
§ ¿Un
pellizquito a las arcas públicas? Los fondos
públicos de los países productores de petróleo están alimentados por los
ingresos de la exportación de crudo. Sin embargo, incluso en los países
importadores, el precio del combustible está ligado a los impuestos. De los
1,40 euros que cuesta en España el litro de diésel, 0,7 euros van a
impuestos. Y, si baja el precio, bajará la recaudación. El Gobierno
estima unos ingresos tributarios por hidrocarburos de 9.944 millones de euros
este año, y de 10.695 millones en 2015. Según las
estimaciones de los Presupuestos Generales del Estado, el precio medio del
crudo será 106,2 dólares por barril este año y de 104,1 dólares el que viene.
Si son inferiores, pueden reducirse algo los ingresos tributarios, aunque los
beneficios por el coste inferior compensarían.