mercredi 9 avril 2014

Analisis del FMI

El FMI alerta de que el lento saneamiento de la banca frena la recuperación europea

El refuerzo del capital aumentaría el crédito empresarial un 8% en cuatro años en España

La institución calcula de los tipos de interés de la Fed subirán a mediados de 2015


Christine Lagarde, directora del FMI, y Angela Merkel, canciller alemana, en una imagen de 2012. / ODD ANDERSEN (AFP)
En uno de los seminarios que el Fondo Monetario Internacional (FMI) celebró este pasado martes se realizó una suerte de referéndum entre sus asistentes con la pregunta de si los bancos centrales debían comenzar a retirar sus políticas de estímulo —bajos tipos de interés, compras de activos, inyecciones de crédito baratos, entre otros— o, por el contrario, debía conservarlos debido a la fragilidad de la economía. Los asistentes, periodistas sobre todo, tenían un dispositivo en el que pulsar su respuesta y esta se inclinó por mantener la expansión monetaria con el 63% del más de centenar de votos emitidos.
Pero los debates de estos días en Washington al respecto de cuál debe ser el siguiente paso distan mucho de solventarse así: se teme tanto el repliegue como la persistencia de unas medidas extraordinarias de los bancos centrales que no tienen precedentes. Porque, aunque el Fondo vuelve en estas reuniones de primavera a destacar la mejora de las condiciones, los problemas persisten y la zona euro, de nuevo, ocupa un lugar destacado en las preocupaciones. El órgano que dirige Christine Lagarde advierte en su informe de estabilidad financiera de que “la reestructuración del sector empresarial endeudado en la zona del euro se ha visto estancada porque no ha concluido el saneamiento de los balances de los bancos”.

“La actitud del mercado con respecto a los bancos y las entidades soberanas de la zona del euro sometidas a tensiones ha mejorado notablemente, pero es posible que esa actitud se haya adelantado al proceso de saneamiento de los balances que aún es necesario”, alerta también el Fondo en su informe, publicado coincidiendo con las pruebas de resistencia al sector europeo cuyos resultados deben publicarse tras el verano.Algo falla en Europa. Lleva fallando varios años. La política expansiva “no se ha trasladado al flujo de crédito que hace falta para respaldar una recuperación más fuerte, en particular a las empresas pequeñas”, según las palabras de José Viñals, responsable financiero del FMI y ex vicegobernador del Banco de España. Además, el proyecto estrella de Europa para solventar este problema, la unión bancaria, se le antoja insuficiente al Fondo a la hora de garantizar que los riesgos soberanos quedan desvinculados de la banca. "Los avances han sido significativos, pero el proceso no se ha concluido", ha añadido Viñals en la rueda de prensa en la que ha presentado el informe.
La presión de los mercados se ha suavizado hace tiempo. Los inversores ya exigen a países como España, hace un par de años carne de rescate, los mismos intereses que antes de 2010, cuando se aprobó el primer plan de salvamento para Grecia y en algunos títulos se ha llegado incluso a pagar menos intereses que el papel estadounidense. Y, sin embargo, el crédito sigue cayendo para las empresas.

Diferentes escenarios

El Fondo se ha esmerado en reflejar cómo el saneamiento de la banca será clave para que esa débil recuperación europea gane brío. Los técnicos han realizado una serie de simulaciones sobre las conexiones entre el crédito, la morosidad y los colchones de capital y proyectan que, por ejemplo en el caso de España, un aumento de 170 puntos básicos en el ratio de capital y reservas (hasta alcanzar el nivel de la tasa de morosos) llevaría a un aumento acumulado del crédito del 8% en cuatro años. En Italia, por su parte, un aumento de ese colchón de 130 puntos básicos elevaría el crédito hasta el 5% en el mismo periodo.
En la misma línea, una mejora de la calidad de los activos en España, consistente en una caída de 320 puntos básicos en el ratio de créditos dudosos, aumentaría el crédito empresarial en 14 puntos porcentuales en cuatro años.
A pesar del optimismo en los bancos y la evolución de la deuda soberana, la posición de los activos netos de las economías familiares sigue débil en Grecia, Irlanda y España. Y aunque los balances por cuenta corriente también han corregido su déficit de forma notable, pese al aumento de la deuda pública, la deuda externa se mantiene elevada en ese mismo club de los periféricos del euro, según alerta de organismo que dirige Christine Lagarde.
El Fondo también reclama medidas para favorece vías de financiación no bancarias —como las participaciones de capital o la emisión de deuda—, una mensaje muy dirigido a economías como la española, en la que las empresas tienen una gran dependencia del crédito bancario.

Estretegia de salida

La banca española, además, es una de las más expuestos al riesgo de los mercados emergentes de América Latina, que han dejado de ser las estrellas del crecimiento para convertirse en una de las mayores inquietudes del Fondo por el efecto que pueda llegar a provocar la pérdida de capital derivada de los menores estímulos de la Reserva Federal estadounidense. El FMI calcula de los tipos de interés que marca la Fed comenzarán a subir a mediados de 2015, una fecha que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, ya avanzó pero luego dejó en el aire.
El Fondo confía en que la estrategia de salida progresiva evitará sacudidas para las economías en desarrollo. Además, cree que las empresas de estos países “en muchos casos tienen suficientes defensas como para resistir shocks internos o internacionales normales”, si bien “algunas vulnerabilidades son evidentes”. Y en Japón la continua aplicación de medidas de expansión monetaria “es necesaria pero no suficiente para que el renovado dinamismo económico se afiance”.

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