mardi 22 avril 2014

Entrevista con George Soros


Extracto de la entrevista con George Soros por el corresponsal de Der Spiegel, que aparece en el libro del magnate, The Tragedy of the European Union: Disintegration or Revival?, recién publicado por Public Affairs y que aparecerá próximamente en la edición del New York Review of Books.

Pregunta. El conflicto en Crimea y Ucrania ha cambiado la escena política de Europa y del mundo y llegaremos a este tema en breve. Pero quisiera hablar primero de un tema en el cual usted ha tomado una posición muy crítica en los últimos años: la crisis de la Unión Europea. ¿Con respecto al euro, podemos decir que lo peor ya ha pasado?
Respuesta. Si quiere decir que el euro está para quedarse, esta en lo cierto. Esto fue confirmado por las elecciones Alemanas en las que apenas fue mencionado, y por las negociaciones de coalición donde el tema fue relegado al subcomité 2A. La canciller Angela Merkel está satisfecha con la manera que ha gestionado la crisis, y el público Alemán comparte este sentimiento. La han reelegido con un aumento de mayoría. Ella siempre hizo lo mínimo absoluto necesario para preservar el euro. Con esto, ha conseguido la lealtad de ambos los pro‐Europa y los que cuentan con ella para defender los intereses nacionales alemanes. Una verdadera hazaña.
Así que el euro se quedará, y las medidas que se han puesto en marcha en respuesta a la crisis se han establecido como el nuevo orden que gobierna la eurozona. Esto confirma mis peor temores. Es la pesadilla que he ido comentando antes. Espero que la invasión de Rusia en Crimea servirá de llamada de atención. Alemania es el único país en una posición de poder hacer cambiar el orden prevalente. Ningunos de los países deudores puede desafiarlo ya que cualquiera que lo intente se verá inmediatamente castigado por los mercados financieros y las autoridades Europeas

P. Si usted comenta esto a los alemanes, responderán: pues, ya hemos evolucionado mucho. Estamos más generosos y hemos modificado nuestra política de austeridad.

R. Reconozco que Alemania ha dejado de ahogar a los deudores. Están recibiendo un poco de oxígeno y ahora están empezando a respirar. Algunos, Italia en particular están todavía en declive, pero a un ritmo mucho más moderado. Esto ha permitido a los mercados financieros de volver a subir porque las economías han tocado fondo, algo que genera automáticamente un rebote.
Pero sigue la perspectiva de un largo periodo de estancamiento. Está generalmente admitido que la eurozona está amenazada por la deflación pero la oposición por parte del Tribunal Constitucional alemán y su propio departamento legal impedirá que el Banco Central Europeo (BCE) pueda superar las presiones deflacionarias de la forma conseguida por otros bancos centrales, tales como la Reserva Federal. La perspectiva de estancamiento ha generado un movimiento de dinámica política negativa. Cualquiera que encuentre los acuerdos prevalentes intolerables está considerado como antieuropeo. Esto me lleva a esperar que el proceso de desintegración irá acelerándose. Durante la fase la más grave de la crisis del euro, hemos tenido una crisis financiera tras otra. Ahora podríamos tener una serie de crisis políticas en vez de financieras, aunque el segundo no tiene por qué estar excluido.

P. Dice usted que los acuerdos actuales son intolerables. ¿Qué tiene que cambiar exactamente? ¿Qué tiene que ser reformado?

R. En lo peor de la crisis del euro, Alemania aceptó poner en marcha unas reformas sistémicas, de la cual la más importante fue la unión bancaria. Pero cuando la presión financiera bajó, Alemania limitó estas concesiones. Esto nos llevó a los acuerdos que tenemos ahora, confirmando mis peores temores.

P. Mientras estamos hablando, los ministros de finanzas Europeos están concluyendo un acuerdo sobre la unión bancaria. ¿Qué opina usted sobre esto?

R. Durante el proceso de negociaciones, la llamada unión bancaria ha sido transformada en algo que es casi su opuesto: el restablecimiento de los “silos” nacionales o bancos gestionados de forma separada. Se trata de una victoria si hablamos en la neolengua de George Orwell.

P. ¿Qué hay de malo en ella?

R. La relación incestuosa entre las autoridades nacionales y la gestión de los bancos. Francia en particular es famosa por sus inspecteurs de finance, que acaban dirigiendo los bancos los más grandes. Alemania tiene sus landesbanken y España sus cajas que tienen todos una relación poca saludable con los políticos provinciales. Estas relaciones fueron una fuente mayor de debilidad en el sistema bancario Europeo y han tenido un papel importante en la crisis bancaria que está todavía pesando sobre la eurozona. La unión bancaria que se ha propuesto debería haber eliminado esto, pero fue generalmente preservado, principalmente debido a la insistencia de Alemania.

P. Esto es una condena drástica. ¿Cómo la justifica?

R. En la práctica, la unión bancaria deja el sistema bancario sin un prestador de último recurso. La autoridad de resolución que se ha propuesto es tan complicada, con tantos organismos involucrados para tomar decisiones, que será prácticamente inútil en un caso de emergencia. Peor todavía, esta resolución prohíbe legalmente, al BCE tomar medidas sin haber sido expresamente autorizada de hacerlo. Esto lo diferencia de otros bancos centrales, con los cuales se espera la toma de acción según sus criterios en el caso de una emergencia. Pero Alemania estaba determinada a limitar las responsabilidades que pudiera haber causado el BCE. Como resultado, los países miembros siguen vulnerables a presiones financieras que no existen para los países en desarrollo. Es esto que quería decir cuando comentaba que los países sobreendeudados de la UE están en la misma posición que los países del tercer mundo sobreendeudados en una moneda extranjera. La unión bancaria no corrige este defecto. Por el contrario, lo perpetúa.

P. Parece decepcionado.

R. Lo estoy. He movido cielo y tierra intentando evitar este resultado, pero ahora que ha sucedido no quiero machacar en hierro frio. Acepto que Alemania ha conseguido imponer un nuevo orden en Europa, aunque lo considero inaceptable. Pero sigo creyendo que en la Unión Europea y en los principios de sociedad abierta que inspiró la creación del proyecto, y me apetece ver la vuelta de este espíritu. Quiero que se pare el proceso de desintegración en vez de que se acelere. Por esta razón, no abogo más por que Alemania “lidere o deje el euro”. La ventana de oportunidad para cambiar radicalmente las reglas de gobernanza del Euro ya se ha cerrado.

P. Entonces, en conclusión, ¿usted está dejando de creer en Europa?

R. No. Estoy dejando de intentar cambiar los acuerdos financieros ya que la relación entre acreedor y deudor ha llegado a ser el sistema permanente. Seguiré focalizando en la política, porque es ahí donde pienso que se realizarán cambios dramáticos.

P. Entiendo. Desde luego, los movimientos populistas en Europa están dejando a mucha gente preocupada. ¿Usted considera que existen oportunidades para más integración cuando la tendencia va hacia la desintegración?

R. Creo que encontraremos soluciones europeas para los problemas de Europa. Las soluciones nacionales empeoran los problemas.

P. Parece que los a favor del proyecto Europeo a menudo guardan silencio sobre los asuntos importantes, porque tienen miedo que sus comentarios podrían aumentar el apoyo a los extremistas, por ejemplo en el caso de muchos refugiados de Medio Oriente y África que esperaban llegar a Europa y fueron detenidos en la isla de Lampedusa.

R. Que lo queramos o no, la política de inmigración será un tema central para las elecciones. Debemos encontrar alternativas a la xenofobia.

P. ¿Qué es lo que sugiere usted al respecto?

R. He establecido la Open Society Initiative for Europe (OSIFE). Una de sus primeras iniciativas es Solidarity Now, en Grecia. La idea original era de generar solidaridad en Europa hacia el apuro vivido por la población Griega, la cual sufre debido a la crisis del Euro, y de generar la solidaridad del pueblo Griego hacia los inmigrantes, quienes viven en condiciones inhumanas y están perseguidos por el partido ultranacionalista Amanecer Dorado. Nos ha tomado un tiempo comenzar el proyecto, y cuando ha acontecido, ya era tarde para generar la solidaridad en Europa porque otros países altamente endeudados también necesitaban apoyo. Hemos perdido la oportunidad, pero nuestra iniciativa tuvo el efecto de ofrecernos un mejor conocimiento del problema de la inmigración.

P. ¿Qué ha aprendido?

R. Que existe un conflicto insuperable entre el norte y el sur en relación con el asilo político. Los países del norte, esencialmente los acreedores han sido muy generosos con su trato a los que solicitaban el asilo político, Alemania en particular. Pero era más de lo que podían absorber y por esta razón han creado un acuerdo llamado Dublín III que requiere a los solicitantes registrarse en el país de entrada en la UE. En general esto se refiere al sur, en particular Italia, España y Grecia. Los tres están fuertemente endeudados y sujetos a las políticas de austeridad fiscal. No disponen de las infraestructuras adecuadas para los solicitante de asilo, y han desarrollado movimientos políticos xenofóbicos, populistas y antiinmigrantes.

P. Considerando los otros temas europeos, sus 
fundaciones están también muy involucradas en los problemas asociados a los gitanos rumanos

R. Sí, hemos sido involucrados en estos asuntos durante más de veinticinco años. El Roma Education Fund ha desarrollado métodos eficaces para educar a los niños gitanos y para fortalecer su identidad cultural al mismo tiempo. Si se hiciera lo mismo a una escala suficientemente grande, tendría por efecto de destruir el estereotipo hostil que impide una integración exitosa de los gitanos rumanos. Tal y como está, los gitanos rumanos educados no se distinguen de la mayoría porque el estereotipo queda intacto.  Es otro ámbito donde la Comisión Europea tiene un efecto positivo. Miro hacia los fondos estructurales Europeos para medir programas que funcionan.

P. ¿Qué opina de las políticas de Vladimir Putin con respecto a Ucrania Crimea y Europa?

R. Ahora está usted tocando lo esencial del asunto. Rusia ha surgido como actor geopolítico importante y la Unión Europea debe darse cuenta que su rival del este ha renacido. Rusia tiene una gran necesidad de Europa como colaborador, pero Putin se ha posicionado como un rival. Hay importantes fuerzas políticas dentro del régimen Ruso que son críticas con la política de Putin en este ámbito.

P. ¿Puede ser más específico?

R. Lo que cabe recordar es que Putin está liderando desde una posición de debilidad. Él era bastante popular en Rusia porque restauró un cierto orden desde el caos. El nuevo orden no es tan diferente del anterior, pero el hecho de que esté abierto al mundo exterior es una clara mejora, un elemento importante en su estabilidad. Pero después el cambio premeditado con Dmitri Medvedev de primer ministro a presidente disgustó profundamente a la gente. Putin se sintió amenazado existencialmente por el movimiento de protesta. Se volvió represivo en casa y agresivo fuera.  Entonces fue cuando Rusia empezó a mandar armamento a escala masiva al régimen de Assad en Siria y ayudó a estrechar la soga contra los rebeldes. La apuesta de Putin obtuvo éxito debido a la preocupación de las potencias occidentales  -Estados Unidos y la UE- por sus problemas internos. Barack Obama quiso tomar represalias contra el uso de armas químicas por parte de Siria. Él pidió una aprobación del congreso y estuvo a punto de ser rechazada cuando Putin acudió al rescate y persuadió a Assad para entregar sus armas químicas.
 Eso fue una sonada victoria política para él. Ahora el levantamiento político del pueblo ucraniano debe haber enseñado a Putin que su sueño de reconstruir lo que queda del imperio ruso es inalcanzable. Ahora tiene que elegir entre perseverar o volverse más cooperativo con el exterior y menos represivo en casa. Su curso actual ha demostrado ser contraproducente, pero parece que va a perseverar.

P. ¿Es Rusia una amenaza creíble si su economía es tan débil como usted dice?

R. Los oligarcas que controlan gran parte de la economía rusa no tienen ninguna confianza en el régimen. Ellos mandan a sus hijos y su dinero al extranjero. Eso es lo que hace que la economía sea tan débil. Incluso con el petróleo alrededor de 100$ el barril, que es lo mínimo que necesita Rusia para equilibrar su presupuesto, no está creciendo. Putin se ha vuelto agresivo por su debilidad. Está actuando en defensa propia. No tiene escrúpulos y puede ser despiadado, pero es un experto en judo, no un sádico‐ por lo que su debilidad económica y su carácter agresivo son plenamente autoconscientes.

P. ¿Cómo debe responder Europa a eso?

R. Necesita estar más unida, especialmente frente a la agresión rusa en Ucrania. Putin se enorgullece de ser un geopolítico realista. Él respeta la fuerza y está motivado por la debilidad. Aún no hay necesidad de estar permanentemente a la defensiva. A pesar de la actual situación en Ucrania, la Unión Europea y Rusia son complementarias en muchos sentidos, las dos se necesitan mutuamente. Hay mucho espacio para que Rusia juegue un papel constructivo en el mundo, precisamente porque ambos, Europa y Estados Unidos están muy preocupados con sus problemas internos.

P. ¿Cómo se traduce esto a la práctica, particularmente en Oriente Medio?

R. Esto ha transformado totalmente la situación geopolítica, tengo algunas ideas específicas sobre este tema, pero es muy complicado. Posiblemente no puedo explicarlo completamente porque hay demasiados países involucrados y están todos interconectados.

 P. Inténtelo...

 R. Debería empezar por una observación general. En el mundo hay un número creciente de crisis políticas sin resolver. Esto es un síntoma de interrupción en la gobernanza global. En su lugar tenemos un sistema muy rudimentario. Básicamente sólo hay una institución internacional sólida: el Consejo de Seguridad de la ONU. Si los cinco miembros permanentes están de acuerdo, pueden imponer su voluntad en cualquier parte del mundo. Pero hay muchos estados soberanos con ejércitos; y hay estados fallidos que son incapaces de proteger su monopolio frente al uso de la fuerza letal y el poder fuerte.  La guerra fría era un sistema estable. Las dos superpotencias estaban en punto muerto por la amenaza de una destrucción mutua asegurada, y tuvieron que restringir sus países satélites. Entonces las guerras fueron libradas en las fronteras. Después del colapso de la Unión Soviética, hubo un breve instante en el que Estados Unidos emergió como líder mundial  indiscutible. Pero abusó de su poder. Bajo la influencia de los neoconservadores, que argumentaban que Estados Unidos debía usar su poder para imponer su voluntad en el mundo, el presidente George W. Bush declaró la “guerra contra el terrorismo” e invadió Iraq bajo falsos pretextos.
 Eso fue una trágica malinterpretación del propio rol del poder hegemónico o imperial. Es el poder de la atracción, el “poder blando” eso asegura la estabilidad de los imperios. El “poder duro” puede ser necesaria para la conquista y para la autoprotección, pero el que ejerce la hegemonía debe velar por los intereses de aquellos que dependen de ella para asegurar su lealtad en lugar de promover sólo sus propios intereses.  Estados Unidos lo hicieron muy bien después de la II Guerra Mundial, cuando establecieron las Naciones Unidas y se embarcaron en el Plan Marshall. Pero el presidente Bush olvidó la lección y destruyó la supremacía americana en un abrir y cerrar de ojos. El “nuevo siglo americano” que soñaban los neoconservadores, duró menos de diez años. Entonces el presidente Obama trajo a la política americana de vuelta a la realidad. Su récord en política exterior está más que reconocido generalmente. Él aceptó la tremenda pérdida de poder e influencia y trató de “liderar desde atrás”. En cualquier caso, él está más preocupado con la política doméstica que con la exterior. Respecto a eso, América está en la misma posición que Europa, aunque por diferentes motivos. La gente mira hacia dentro y está cansada de guerra. Esto ha creado un vacío de poder, que ha dejado conflictos sin resolver que se propagan por todo el mundo.
Recientemente, Rusia ha ido hacia este vacío de poder, intentando reafirmarse como jugador geopolítico. Eso ha sido una audaz maniobra, inspirada por la debilidad interna de Putin, y que ha pagado Siria debido a la debilidad de Occidente.  Rusia pudo hacer lo que los poderes occidentales no consiguieron: persuadir a Assad para entregar “voluntariamente” sus armas químicas.  Eso ha cambiado radicalmente el paisaje geopolítico. De repente, la perspectiva de una solución ha emergido para los tres mayores conflictos no resueltos de Oriente Medio‐ Palestina, Irán y Siria‐ Cuando nadie se lo esperaba.  La crisis siria es la peor con diferencia, especialmente en consecuencias humanitarias. La entrada de Rusia como principal proveedor de armas, junto con la entrada de Hezbollah como proveedor de tropas, ha dado la vuelta a la tortilla a favor de Assad. La lucha sólo puede ser conducida a su fin por un arreglo político impuesto y garantizado por la comunidad internacional. Sin esto, las dos partes seguirán luchando indefinidamente con la ayuda de partidarios exteriores. Pero un acuerdo político llevaría meses o años en negociarse. Mientras tanto, Assad sigue una política deliberada de negar alimentos y destruir el sistema sanitario como forma de someter a la población civil. “Morir de hambre o rendirse” es su lema. Esto plantea el espectro de una catástrofe humanitaria.  A menos que la asistencia humanitaria pueda ser entregada a través de las líneas de batalla, habrá muerto más gente por enfermedad e inanición durante el invierno que como consecuencia de la batalla en sí.

P. ¿Qué dice de Irán?

R. Con el nuevo presidente Hassan Rouhani, ha habido un verdadero avance en la crisis iraní en forma de acuerdo temporal sobre armas nucleares.  Las sanciones impuestas por los poderes occidentales han sido muy efectivas.  La revolución iraní en sí ha avanzado hasta el punto que ha caído en manos de una camarilla estrecha, la Guardia Revolucionaria; los mulás en gran parte fueron expulsados del poder. Como jefe de los mulás, el Líder Supremo se llevó una derrota. Él también debe ser consciente de que la gran mayoría de la población está profundamente descontenta con el régimen. A diferencia de los intentos previos de negociaciones, él parece estar a favor de llegar a un acuerdo con Estados Unidos. Esto mejora las perspectivas de un acuerdo definitivo.  Él debe tener en cuenta como escribió recientemente Vali Nasr, que Irán tiene, después de Rusia, la segunda reserva natural de gas más grande del mundo; y esto puede competir potencialmente con Rusia en abastecer a Europa de gas.

P. Eso nos deja la crisis más duradera, Palestina.

R. Avances recientes en Egipto, han mejorado las oportunidades de progreso en la larga y complicada crisis palestina. El ejército, con el apoyo activo de Arabia Saudí y los estados del Golfo, ha eliminado al presidente legalmente elegido y se dedica a la represión brutal de los Hermanos Musulmanes. Este desarrollo, que normalmente debería ser preocupante, tiene un efecto potencialmente benigno; plantea la posibilidad de un acuerdo de paz entre la Autoridad Palestina e Israel, para la exclusión del Hamas. Esto hubiera sido inconcebible hace tan solo unos meses. El Secretario de Estado John Kerry se comprometió en las negociaciones palestinas justo antes de que surgiera esta oportunidad, por eso está por delante del juego. El primer ministro Benjamin Netanyahu es muy sospechoso pero, pese a toda su intransigencia, no puede oponerse abiertamente a negociaciones porque, habiendo apoyado abiertamente a Mitt Rommey en las elecciones americanas, está en una posición relativamente débil.
Las negociaciones están haciendo progresos, pero muy lentamente.  Si las tres crisis se resolvieran, emergería un nuevo orden en Oriente Medio. Hay un largo camino por recorrer porque los diversos conflictos están interconectados, y los perdedores potenciales en un conflicto pueden ser los beneficiados en otro. Netanyahu, por ejemplo, estaría totalmente en contra de un trato con Irán porque un acuerdo de paz con Palestina terminaría con su carrera política en Israel. Sin embargo, ya se pueden discernir las líneas generales de un nuevo orden, aunque no podemos saber los efectos de la crisis actual en Ucrania. Rusia puede volverse más influyente, las relaciones entre Arabia Saudí y Estados Unidos pueden volverse tensas, e Irán puede emerger como el aliado más estrecho de América, sólo por detrás de Israel. Pero la situación sigue fluyendo y puede cambiar de un día para otro.

P. Recientemente, la crisis en Ucrania ha eclipsado todas las demás.

R. Efectivamente Ucrania y, en particular Crimea, son temas de mayor interés para Rusia que cualquier otro que pueda ocurrir en Oriente Medio. Lamentablemente, Putin juzgó mal la situación. El otoño pasado, no le resultó difícil ganarle la partida a la Unión Europea, paralizada por sus problemas políticos y financieros internos. Bajo el liderazgo alemán, Europa ofrecía muy poco y exigía demasiado con lo que a Putin no le resultaría difícil ofrecer un trato mejor al presidente ucraniano Yanukovich. Sin embargo, los ucranianos se rebelaron alterando los cálculos de ambas partes. La rebelión hirió a Putin en su talón de Aquiles, ya que no esperaba que se pudiera producir una rebelión de forma espontánea. En su opinión, el mundo está gobernado por el poder y la opinión pública es fácilmente manipulable por quienes están en el poder. Para Putin, la falta de control sobre las personas es un signo de debilidad.
Bajo esta premisa, Putin puso como condición a su ayuda que Yanukovich reprimiera la rebelión de los ucranianos. Pero el uso de la fuerza despertó al público y, finalmente, Yanukovich se vio obligado a rendirse. Este hecho podría haber dado lugar a un punto muerto, con una Ucrania en precario equilibrio entre Rusia y Europa, y un gobierno corrupto e inepto enfrentado contra la sociedad civil. Los costes que supondría, superarían los beneficios para todas las partes interesadas.  A pesar de tratarse de un enfoque totalmente contraproducente, Putin insistió en su idea. Yanukovich fue hospitalizado y luego enviado a Sochi donde fue regañado por Putin. Las instrucciones de Putin hicieron que la confrontación llegase a su punto más álgido y, en contra de toda expectativa racional, un grupo de ciudadanos armados con palos y escudos hechos con cajas de cartón y tapas de cubos de metal abrumaron a la policía, que disparó con munición real. Hubo muchas víctimas pero los ciudadanos prevalecieron, fue un verdadero milagro.

P. ¿Cómo ha podido ocurrir algo así? ¿Cómo lo explica?

R. Encaja perfectamente con mi principio de incertidumbre humana, pero también revela una similitud entre los asuntos humanos y la física cuántica mucho mayor de lo que pensaba. Según Max Planck, entre otros, los fenómenos subatómicos tienen un carácter dual, ya que pueden manifestarse en forma de partículas u ondas. En este sentido, ocurre algo similar con el ser humano: son, por una parte, individuos o partículas independientes y, por otra, también forman parte de grandes entidades que funcionan a modo de ondas. El impacto que provocan en la realidad depende de las alternativas que dominan su comportamiento, ya que existen diferentes puntos de inflexión dependiendo de cada alternativa, pero no es posible conocer de antemano cuándo van a ocurrir y esa incertidumbre solo puede resolverse en retrospectiva.
El 20 de febrero se llegó a un punto de inflexión cuando los ciudadanos se concentraron en la plaza Maidan para defender Ucrania con tal determinación que olvidaron su propia mortalidad. Su postura suicida alcanzó un significado histórico, al lograr que una sociedad profundamente dividida pasara, de estar al borde de la guerra civil, a alcanzar una unidad sin precedentes.  Las revoluciones suelen fallar. La Revolución Naranja de 2004 se deterioró debido a una disputa entre sus dirigentes, pero sería un error concluir que esta revolución está condenada a sufrir la misma suerte. De hecho, los partidos del gobierno provisional que participan en esta revolución están decididos a evitarlo. En retrospectiva, la resistencia de Maidan puede significar el nacimiento de una nación. Este prometedor desarrollo interno surgió como respuesta directa a la opresión extranjera aunque, desafortunadamente, también es susceptible de provocar una mayor presión desde el extranjero ya que, una resistencia de éxito en Ucrania supondría una amenaza existencial para la dominación de Putin en Rusia.

P. Se refiere a la invasión rusa de Crimea. ¿Cómo ve su evolución?

RSi se limita a Crimea, servirá como un nuevo impulso hacia una mayor cohesión nacional en Ucrania. Crimea no es una parte integral de Ucrania. Kruschev transfirió Crimea a Ucrania en 1954 por un decreto administrativo. La mayoría de su población es rusa y es la base de la flota del Mar Negro rusa, razón por la que Putin está haciendo presión militar y económica directamente sobre Ucrania, ya que no están en condiciones de resistir por sí solos. Ucrania necesita el apoyo de las potencias occidentales y su futuro depende de cómo respondan estas potencias, particularmente Alemania.

P. ¿Qué deben hacer las potencias occidentales?

R. Deben centrarse en fortalecer Ucrania en lugar de en castigar a Rusia. No pueden prevenir o revertir la anexión de Crimea. Por supuesto, están obligados a protestar contra ella porque viola el Memorándum de Budapest de 1994 que garantizaba la integridad territorial de Ucrania (incluyendo Crimea), pero no están en posición de oponerse a ella por medios militares. Incluso las sanciones deben ser utilizadas con moderación con el fin de preservarlas como un elemento disuasorio frente al peligro real, concretamente un asalto militar o económico directo en Ucrania. Las fuerzas rusas ya han ocupado una planta de gas en Ucrania para el suministro de Crimea y pueden hacerse con más territorio a menos que alguien los pare. Afortunadamente, las sanciones económicas serían un potente elemento disuasorio siempre y cuando se apliquen con criterio. La congelación de activos de los oligarcas rusos en el extranjero es lo opuesto a una sanción inteligente ya que el hecho de que estos oligarcas envíen su dinero y a sus hijos al extranjero debilita la economía rusa. Hasta ahora la fuga de capitales había sido más o menos compensada por la inversión extranjera directa y las sanciones inteligentes desalentarían el ingreso de fondos, ya sea en forma de inversiones directas o préstamos bancarios. Además, Estados Unidos podría liberar petróleo de sus reservas estratégicas para su venta en el extranjero, lo que podría llevar a la economía rusa al déficit. En este sentido, la economía rusa es lo suficientemente frágil como para ser vulnerable a sanciones inteligentes.

P. ¿Eso no sería tirar piedras contra su propio tejado? Alemania tiene muchas inversiones en Rusia que son igualmente vulnerables.

R. Las sanciones contra Rusia deberían servir como amenaza tan solo al principio y como elemento disuasorio. Si la amenaza es efectiva, las sanciones ya no serían aplicadas. Pero la canciller Merkel se enfrenta a una decisión fundamental: ¿Alemania debe guiarse según sus propios intereses nacionales o debe reafirmar su posición de liderazgo dentro de la Unión Europea y forjar una respuesta europea unificada? De su decisión no solo depende el destino de Ucrania sino el futuro de la Unión Europea. Su apasionado discurso del pasado 13 de marzo ante el Parlamento alemán me da la esperanza de que tomará la decisión correcta.

P. ¿Cuál es su idea acerca de la decisión correcta?

R. Un programa de asistencia técnica y financiera a gran escala para Ucrania. La UE y los EE.UU., bajo la dirección del Fondo Monetario Internacional, están creando un paquete de rescate de miles de millones de dólares que salvar al país del colapso financiero. Pero eso no es suficiente: Ucrania también necesita una ayuda externa que tan solo la UE puede proporcionar: la experiencia de gestión y el acceso a los mercados. Ucrania es un destino de inversión potencialmente atractivo. Pero para lograr este potencial es necesario mejorar el clima empresarial, abordando cuestiones como la corrupción endémica y la debilidad del Estado de derecho. El nuevo régimen en Ucrania está dispuesto a afrontar a esa tarea, pero solo la UE puede abrir su mercado interno y proporcionar un seguro de riesgo político para invertir en Ucrania. Ucrania, a su vez, alentaría a sus empresas para mejorar su gestión mediante la búsqueda de socios europeos. De este modo, Ucrania estaría cada vez más integrada en el mercado común europeo, lo que supondría un estímulo fiscal muy necesario para la economía europea y, más importante aún, ayudar a recuperar el espíritu originalmente inspiró la Unión Europea.
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