El BCE deja los tipos en el 0,25% pese al riesgo de deflación en la eurozona
Draghi augura que el ritmo de subida de los precios seguirá por debajo del 2% hasta 2016
El euro toca máximos desde octubre de 2011 tras las palabras del banquero italiano
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha reconocido este jueves que la inflación en la eurozona seguirá siendo inferior al objetivo oficial del 2% al menos hasta 2017. Pese a este escenario de precios bajos, el instituto emisor europeo ha optado por la prudencia y ha dejado los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25% ante la certeza de que Europa ha entrado en una etapa de crecimiento.
“Las expectativas de inflación para la zona del euro a medio y largo plazo continúan ancladas firmemente en línea con nuestro objetivo de mantener la inflación en tasas inferiores, aunque próximas al 2%”, ha explicado el banquero en su tradicional rueda de prensa mensual. “En cuanto a las perspectivas a medio plazo para los precios y el crecimiento, la información y los análisis disponibles ahora confirman plenamente nuestra decisión de mantener acomodaticia la política monetaria todo el tiempo que sea necesario”, añadió el banquero.
Según el BCE, el PIB de la zona euro crecerá un 1,2% en 2014, un 1,5% en 2015 y un sólido 1,8% en 2016, más de lo que esperaba hasta ahora. Sobre la inflación, las noticias no son tan buenas. Así, ha augurado que acabará este año en torno al 1%, cuando hasta la fecha se esperaba un 1,1%, avanzará hasta el 1,3 % en 2015 y en 2016 se situará en el 1,5%, aunque no descarta que a final de este ejercicio ronde ya el 1,7%.La teoría tradicional de un banco central apunta a que si la inflación sube, se suben los tipos. Y si la inflación baja, el banco reduce el precio del dinero o, como sucede actualmente cuando el margen es reducido, no se tocan sus tasas de referencia pese a que hasta el FMI había pedido una rebaja. Para reforzar su decisión, Draghi ha pintado un futuro algo más halagador que en los meses previos. Además, también se ha remitido a unas previsiones de crecimiento más optimistas sobre la agitada vida económica de la UE.
En cualquier caso, aunque Draghi ha reconocido que estas proyecciones suponen asumir que la inflación no llegará al objetivo oficial del 2% y, por tanto, el BCE no cumplirá con su mandato, sí ha defendido que están "firmemente ancladas". Eso sí, siempre y cuando se mantengan los tipos de cambio actuales —ya a medida que hablabla Draghi el euro ha marcado máximos desde octubre de 2011 sobre los 1,384 dólares— y los precios del petróleo y la energía evolución a la baja.
"Las últimas proyecciones macroeconómicas de los expertos del BCE, que cubren el periodo hasta finales de 2016, respaldan las expectativas anteriores de un periodo largo de baja inflación, seguido por un movimiento gradual al alza de las tasas de inflación armonizada hacia niveles más cercanos al 2%", ha explicado Draghi.
La tasa de inflación en febrero llego al 0,8% y 13 de los 18 socios del euro, incluida Alemania, tienen tasas iguales o inferiores al 1%, con lo que están en ese territorio que el propio Draghi ha llegado a calificar de “zona de riesgo”.
Sobre si el escenario cambio, Draghi ha insistido en que están listos para actuar. “Seguimos de cerca la evolución en los mercados monetarios y estamos preparados para considerar todos los instrumentos a nuestro alcance. En general seguimos firmemente determinados a mantener el alto grado de política monetaria expansiva y a tomar nuevas medidas decisivas cuando sea necesario”, ha afirmado el banquero italiano.
El Presidente del BCE tampoco pudo evitar una referencia a la más reciente crisis que afecta a Europa y señaló que un agravamiento en la situación en Ucrania podría tener consecuencias “imprevisibles”. “El riesgo geopolítico en la zona puede llegar a ser sustancial con rapidez y sus consecuencias imprevisibles", dijo el banquero.
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