La visión está sostenida en la generación de soluciones inteligentes.
La cumbre a cuatro en Roma ha puesto de manifiesto el compromiso de movilizar todos los mecanismos necesarios para lograr la estabilidad financiera, y también, la negativa reiterada de la canciller alemana, Angela Merkel, a que la UE preste dinero directamente a los bancos. Berlín considera que los garantes de las ayudas deben ser los Estados.
Merkel ha recordado los esfuerzos que ya se han hecho para salvar el euro, "del que nos hemos beneficiado todos", ha explicado. "Ahora es necesario usar ese 1% del PIB para el crecimiento. Es la señal correcta", en este momento, ha apostillado. "A medio y largo plazo tenemos que estrechar nuestros lazos, tenemos que hacer una política común coherente, abogar más por esa unión política", ha subrayado. "La Europa de la crisis es más Europa", ha resumido.
A la hora de detallar de dónde saldrán esos fondos, los cuatro dirigentes están de acuerdo en sacar adelante lo antes posible la tasa sobre transacciones financieras. Parte de esos 130.000 millones provendrán de un refuerzo del Banco Europeo de Inversiones (BEI), de los bonos-proyectos (emisión de deuda destinada a infraestructuras) y de los fondos europeos que no se hayan utilizado.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha destacado la voluntad de que haya "más Europa, una unión bancaria, económica, fiscal y política", dada la "irreversibilidad del euro". Rajoy ha mostrado su satisfacción por los acuerdos alcanzados: "Me voy enormemente contento de esta reunión". También ha explicado que tanto el fondo de rescate como el Banco Central europeo pueden comprar deuda en el mercado secundario, pero se ha negado a entrar en detalles.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, ha dicho que es importante plantear un calendario para que se haga efectiva esa ayuda. "Las cuatro principales economías de la zona euro hemos adoptado esta perspectiva de crecimiento, conscientes de que tenemos que mandar una señal de cohesión y solidaridad. Eso es lo que hemos hecho hoy", ha afirmado. "La prioridad es el crecimiento, aunque considero que hay que hacer esfuerzos presupuestarios en Francia, pero no puede ser todo austeridad".
La presión sobre la deuda soberana de España e Italia ha remitido en los últimos días por la generalizada expectativa de los mercados de que los líderes europeos adopten medidas estabilizadoras en esa importante cumbre. Sobre el caso español se ha pronunciado Merkel, que mantiene su postura de rechazo hacia la posibilidad de que se preste directamente dinero a los bancos escudándose en que lo impiden los Tratados, y ha manifestado que es el Estado español el que debe ser el garante de la ayuda, porque es el único que puede controlar esos fondos.
La agenda de la cumbre tenía previstas discusiones acerca de cómo avanzar en la unión fiscal y bancaria y podría ser la sede para definir los importantes detalles todavía abiertos en el paquete de ayuda puesto a disposición de España y destinado a recapitalizar su sistema financiero. Las auditorías encargadas por el Gobierno español y el Banco de España han concluido que las entidades financieras españolas necesitan entre 51.000 y 60.000 millones de euros. Europa ha puesto a disposición de Madrid hasta 100.000 millones.
La cumbre de Roma se celebra mientras la presión internacional sobre los líderes europeos se intensifica rápidamente. La directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, reclamó anoche rápidos progresos en la unión bancaria y abogó abiertamente por medidas de mutualización de la deuda europea, a la que Berlín se opone radicalmente. La gerente del FMI enumeró explícitamente varias medidas consideradas como anatemas en Alemania, incluida una petición al Banco Central Europeo para que adopte una política monetaria "creativa" ante la agudez de la crisis europea.
Estados Unidos también ha progresivamente incrementado la presión sobre los líderes europeos para que adopten medidas que estabilicen las turbulencias que afectan también a la recuperación de la economía estadounidense.
En círculos diplomáticos se espera que François Hollande, Mario Monti y Mariano Rajoy aprovechen estas presiones internacionales para reforzar su pulso con Angela Merkel y obtener de la canciller alemana una posición más flexible de cara a la próxima cumbre del Consejo Europeo
La UE destinará 130.000 millones a un nuevo plan para el crecimiento
Los líderes de Italia, Alemania, Francia y España aceptan la propuesta francesa de dedicar un 1% del PIB a estimular la economía
Miguel González /
El País
Roma
/
Madrid
22 JUN 2012 - 17:21 CET734
Alemania, Francia, Italia y España se han reunido este
viernes en Roma para forjar un consenso sobre medidas que estabilicen
la zona euro e impulsen el crecimiento a una semana de la cumbre europea
prevista para el 27 y 28 de junio. El primer ministro italiano, Mario
Monti, ha anunciado que se va a destinar el 1% del PIB europeo, unos
130.000 millones de euros, a un paquete para el crecimiento. "El
objetivo es el relanzamiento del crecimiento y la creación de puestos de
trabajo", ha dicho.La cumbre a cuatro en Roma ha puesto de manifiesto el compromiso de movilizar todos los mecanismos necesarios para lograr la estabilidad financiera, y también, la negativa reiterada de la canciller alemana, Angela Merkel, a que la UE preste dinero directamente a los bancos. Berlín considera que los garantes de las ayudas deben ser los Estados.
Merkel ha recordado los esfuerzos que ya se han hecho para salvar el euro, "del que nos hemos beneficiado todos", ha explicado. "Ahora es necesario usar ese 1% del PIB para el crecimiento. Es la señal correcta", en este momento, ha apostillado. "A medio y largo plazo tenemos que estrechar nuestros lazos, tenemos que hacer una política común coherente, abogar más por esa unión política", ha subrayado. "La Europa de la crisis es más Europa", ha resumido.
A la hora de detallar de dónde saldrán esos fondos, los cuatro dirigentes están de acuerdo en sacar adelante lo antes posible la tasa sobre transacciones financieras. Parte de esos 130.000 millones provendrán de un refuerzo del Banco Europeo de Inversiones (BEI), de los bonos-proyectos (emisión de deuda destinada a infraestructuras) y de los fondos europeos que no se hayan utilizado.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha destacado la voluntad de que haya "más Europa, una unión bancaria, económica, fiscal y política", dada la "irreversibilidad del euro". Rajoy ha mostrado su satisfacción por los acuerdos alcanzados: "Me voy enormemente contento de esta reunión". También ha explicado que tanto el fondo de rescate como el Banco Central europeo pueden comprar deuda en el mercado secundario, pero se ha negado a entrar en detalles.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, ha dicho que es importante plantear un calendario para que se haga efectiva esa ayuda. "Las cuatro principales economías de la zona euro hemos adoptado esta perspectiva de crecimiento, conscientes de que tenemos que mandar una señal de cohesión y solidaridad. Eso es lo que hemos hecho hoy", ha afirmado. "La prioridad es el crecimiento, aunque considero que hay que hacer esfuerzos presupuestarios en Francia, pero no puede ser todo austeridad".
La presión sobre la deuda soberana de España e Italia ha remitido en los últimos días por la generalizada expectativa de los mercados de que los líderes europeos adopten medidas estabilizadoras en esa importante cumbre. Sobre el caso español se ha pronunciado Merkel, que mantiene su postura de rechazo hacia la posibilidad de que se preste directamente dinero a los bancos escudándose en que lo impiden los Tratados, y ha manifestado que es el Estado español el que debe ser el garante de la ayuda, porque es el único que puede controlar esos fondos.
La agenda de la cumbre tenía previstas discusiones acerca de cómo avanzar en la unión fiscal y bancaria y podría ser la sede para definir los importantes detalles todavía abiertos en el paquete de ayuda puesto a disposición de España y destinado a recapitalizar su sistema financiero. Las auditorías encargadas por el Gobierno español y el Banco de España han concluido que las entidades financieras españolas necesitan entre 51.000 y 60.000 millones de euros. Europa ha puesto a disposición de Madrid hasta 100.000 millones.
La cumbre de Roma se celebra mientras la presión internacional sobre los líderes europeos se intensifica rápidamente. La directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, reclamó anoche rápidos progresos en la unión bancaria y abogó abiertamente por medidas de mutualización de la deuda europea, a la que Berlín se opone radicalmente. La gerente del FMI enumeró explícitamente varias medidas consideradas como anatemas en Alemania, incluida una petición al Banco Central Europeo para que adopte una política monetaria "creativa" ante la agudez de la crisis europea.
Estados Unidos también ha progresivamente incrementado la presión sobre los líderes europeos para que adopten medidas que estabilicen las turbulencias que afectan también a la recuperación de la economía estadounidense.
En círculos diplomáticos se espera que François Hollande, Mario Monti y Mariano Rajoy aprovechen estas presiones internacionales para reforzar su pulso con Angela Merkel y obtener de la canciller alemana una posición más flexible de cara a la próxima cumbre del Consejo Europeo
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