La visión está sostenida en la generación de soluciones inteligentes.
Alemania plantea un rescate suave de España a través del fondo bancario estatal
Berlín admitiría que solo se impusiesen condiciones al sector financiero
El Gobierno de Merkel rechaza la ayuda directa a la banca a que aspira España
El Gobierno de Angela Merkel rechaza una ayuda directa de los fondos
europeos de rescate a la banca e insiste en que el dinero solo puede ser
facilitado al Estado. Pero Berlín está dispuesto a admitir que la ayuda
tenga un carácter especial que diferencie el rescate español de los de
otros países como Grecia, Irlanda y Portugal, de modo que las
condiciones impuestas sean más suaves, según han señalado a EL PAÍS
fuentes al tanto de la posición germana. Cuando se sepa cuánto dinero necesitan
los bancos españoles, es posible que haya que actuar muy rápido. Por
eso, dicen en Berlín, no hay tiempo para cambiar los acuerdos actuales.
Se habla así de un modelo de rescate que pasa por la obligatoria
mediación del Estado: Europa transferiría el dinero al FROB español, que
se encargaría de de liquidar ordenadamente o de fusionar a los bancos
problemáticos.
Alemania, en todo caso, quiere despejar antes las dudas sobre la legalidad de esa vía indirecta. El rescate de España a través del FROB cumpliría con la exigencia alemana de que la ayuda sea facilitada al Estado, pero al tiempo marcaría esas diferencias. Quedaría claro que el problema del Estado para encontrar la financiación que necesita se deriva de los problemas de la banca. El dinero facilitado iría destinado exclusivamente al saneamiento del sector financiero. A su vez, dado este ámbito restringido de la ayuda, y aunque Berlín no quiere comprometerse, cabría la posibilidad de que las condiciones impuestas a España para facilitar el desembolso se limitaran al propio sector financiero.
El calado de las reformas estructurales emprendidas en España, se dice en la trastienda del Ejecutivo alemán, haría innecesaria una intervención en toda regla. Las duras condiciones impuestas por la troika (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) a Grecia, Irlanda y Portugal para sus respectivos rescates tenían el objetivo de forzar unas reformas que, según explican fuentes del Ejecutivo, en España ya van por el camino correcto. Suena a mensaje de apoyo al Gobierno conservador de Mariano Rajoy, pero también es un recado a los inversores en los mercados financieros: se trata de destacar que el problema español, a diferencia del griego, son sus bancos.
La postura oficial del Gobierno alemán, en todo caso, es que hay que “esperar los datos fundamentales de las auditorías” sobre la situación de la banca española. En palabras del portavoz de Hacienda Martin Kotthaus, es necesario “evitar más especulaciones sobre qué debería hacer o no hacer España”. Fuentes próximas al Gobierno explicaban el miércoles la necesidad de “seguir los acontecimientos según su curso” antes de comentar las modalidades de un “hipotético” rescate a la banca española. La decisión de solicitar ayuda de los fondos europeos “está en manos del Gobierno español”. Según ha recordado en su rueda de prensa el portavoz de la canciller Angela Merkel Steffen Seibert, las ayudas no pueden ir directamente a los bancos afectados, sino que tienen que pasar por el Estado y estarán “sujetas a condiciones”. España negocia con Europa y con Alemania la vía para obtener las ayudas y las consecuencias que acarrearían.
El Gobierno español preferiría que el rescate se produjese mediante una inyección directa de dinero a los bancos, de forma que se evitase el estigma de que el Estado ha sido rescatado. España cuenta con la opinión favorable de algunos países europeos a esta fórmula y con la predisposición de la Comisión Europea a estudiarla seriamente, pero la ayuda directa no encaja con los Tratados en fase de ratificación y la negativa alemana dificulta enormemente esa posibilidad.
Alemania, en todo caso, quiere despejar antes las dudas sobre la legalidad de esa vía indirecta. El rescate de España a través del FROB cumpliría con la exigencia alemana de que la ayuda sea facilitada al Estado, pero al tiempo marcaría esas diferencias. Quedaría claro que el problema del Estado para encontrar la financiación que necesita se deriva de los problemas de la banca. El dinero facilitado iría destinado exclusivamente al saneamiento del sector financiero. A su vez, dado este ámbito restringido de la ayuda, y aunque Berlín no quiere comprometerse, cabría la posibilidad de que las condiciones impuestas a España para facilitar el desembolso se limitaran al propio sector financiero.
El calado de las reformas estructurales emprendidas en España, se dice en la trastienda del Ejecutivo alemán, haría innecesaria una intervención en toda regla. Las duras condiciones impuestas por la troika (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) a Grecia, Irlanda y Portugal para sus respectivos rescates tenían el objetivo de forzar unas reformas que, según explican fuentes del Ejecutivo, en España ya van por el camino correcto. Suena a mensaje de apoyo al Gobierno conservador de Mariano Rajoy, pero también es un recado a los inversores en los mercados financieros: se trata de destacar que el problema español, a diferencia del griego, son sus bancos.
La postura oficial del Gobierno alemán, en todo caso, es que hay que “esperar los datos fundamentales de las auditorías” sobre la situación de la banca española. En palabras del portavoz de Hacienda Martin Kotthaus, es necesario “evitar más especulaciones sobre qué debería hacer o no hacer España”. Fuentes próximas al Gobierno explicaban el miércoles la necesidad de “seguir los acontecimientos según su curso” antes de comentar las modalidades de un “hipotético” rescate a la banca española. La decisión de solicitar ayuda de los fondos europeos “está en manos del Gobierno español”. Según ha recordado en su rueda de prensa el portavoz de la canciller Angela Merkel Steffen Seibert, las ayudas no pueden ir directamente a los bancos afectados, sino que tienen que pasar por el Estado y estarán “sujetas a condiciones”. España negocia con Europa y con Alemania la vía para obtener las ayudas y las consecuencias que acarrearían.
El Gobierno español preferiría que el rescate se produjese mediante una inyección directa de dinero a los bancos, de forma que se evitase el estigma de que el Estado ha sido rescatado. España cuenta con la opinión favorable de algunos países europeos a esta fórmula y con la predisposición de la Comisión Europea a estudiarla seriamente, pero la ayuda directa no encaja con los Tratados en fase de ratificación y la negativa alemana dificulta enormemente esa posibilidad.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire