jeudi 8 mai 2014

Draghi

Draghi sugiere que el BCE está listo para actuar en junio y hace caer el euro

El presidente del BCE se revuelve contra las presiones de Francia

Advierte de que las peticiones de los Gobiernos dañan su credibilidad

El instituto emisor tiene que publicar sus nuevas previsiones el próximo mes


 Madrid 8 MAY 2014 - 15:18 CET


Mario Draghi, presidente del BCE. / RALPH ORLOWSKI (BLOOMBERG)
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener durante un mes más —y ya van seis— los tipos de interés en el mínimo del 0,25% pese a la baja inflación y la fortaleza del euro, que antes de conocerse la decisión del instituto emisor había tocado máximos desde octubre de 2011. Sin embargo, la moneda europea se ha debilitado después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, apuntase a que está listo para actuar en junio relajando la política monetaria con alguna medida como una posible rebaja de tipos.
Además, Mario Draghi se ha revuelto contra la presión de algunos de los países socios, especialmente Francia, que le reclaman que frene la escalada de la divisa para facilitar la recuperación. "Si —las presiones del Gobierno francés— se entienden como una amenaza, dañará nuestra credibilidad", ha advertido el presidente del BCE.
La fuerte revalorización del euro es, junto a la baja inflación, uno de los grandes factores de riesgo contra la recuperación. Y, por ello, también es uno de los problemas que podrían llevar a Draghi a pasar a la acción. Sin embargo, de momento, el banquero italiano sigue recurriendo solo a las palabras para intentar reconducir la situación.
"El consejo ejecutivo se siente cómodo para actuar en junio si fuera necesario", ha dicho Draghi en referencia a que el BCE tiene previsto actualizar su cuadro de proyecciones económicas el próximo mes y tras referirse a los debates en su seno sobre la toma de decisiones adicionales.  En esta revisión, la institución se verá obligada a asumir que la inflación en la eurozona no repunta. "El consejo está unido" en que la si la situación empeora, habrá que estudiar medidas no convencionales, ha reiterado por segundo mes Draghi, que ha admitido que han discutido ampliamente sobre la baja inflación y ha reconocido que un euro fuerte es una "seria preocupación". Tras sus palabras, la moneda ha cambiado de tendencia y ha empezado a bajar levemente, pasando de los 1,3993 a bajar de los 1,390.
El último dato de inflación, correspondiente a abril, arrojó una tasa del 0,7%, por encima del 0,5% de marzo pero todavía muy lejos del objetivo de acercarse al 2%. También, sigue en lo que Draghi calificó como "zona de peligro" al seguir por debajo del 1%. Sin embargo, el presidente del BCE ha insistido este jueves en que tanto en el tema de la inflación como en el del tipo de cambio no existe una línea de riesgo que dispare automáticamente las medidas del BCE.
Fuentes del BCE en Fráncfort ya explicaron a este diario que si la inflación no repunta y el euro sigue fuerte, el Eurobanco podría activar en junio la primera fase de su plan. Se trata de una ligera rebaja de los tipos de interés desde el 0,25% hasta el 0,15%. Esta decisión podría venir acompañada de una medida extraordinaria: situar la tasa de depósito en territorio negativo, de manera que los bancos tengan que pagar por dejar el dinero en el BCE.
La segunda fase de la respuesta del BCE pasaría por activar la compra de activos, según un consejero de un banco central. Esta medida, similar a la que pusieron en marcha hace tiempo en EE UU y Reino Unido, se retrasaría en cualquier caso a que concluyan las pruebas de esfuerzo a la banca europeas. Con ello, la decisión no llegaría hasta pasado el verano.

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