jeudi 4 octobre 2012

La visión está sostenida en la generación de soluciones inteligentes.

Draghi afirma que “son los Gobiernos los que deben decidir” sobre el rescate

El BCE advierte de que frenará la compra de bonos si se incumplen las condiciones

El presidente de la institución pide a los Gobiernos más medidas para sanear sus cuentas

España sigue teniendo "importantes retos" por delante, pero hasta ahora ha hecho avances

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha pedido este jueves a los Gobiernos más medidas de ajuste para sanear las cuentas públicas, así como perseverar en la reestructuración del sector financiero. Además, Draghi ha defendido el programa de compra de bonos de los países en apuros del instituto emisor, ya que según ha destacado, ha contribuido a aliviar las tensiones solo con el mero anuncio del plan. Ahora, sin embargo, toca ponerlo en marcha, lo que está al cien por cien en manos de los políticos. "Es el momento de los Gobiernos de decidir qué quieren hacer, de pensar en lo que tienen que hacer", ha dicho Draghi sobre la posibilidad de que países como España soliciten la ayuda.
Según ha vuelto a dejar claro Draghi, el BCE está preparado para intervenir en los mercados de manera ilimitada con vistas a garantizar que las condiciones de financiación de los Estados miembros se mantienen bajo control. No obstante, ha insistido en repetidas ocasiones en que la decisión de activar la compra de bonos reside "exclusivamente" en los Gobiernos. Además, ha advertido de que solo apretarán el llamado "botón nuclear" cuando los países estén siguiendo las condiciones vinculadas al rescate y ha asegurado que se suspenderá el programa de ayuda en el momento en que dejen de cumplir con estos requisitos.
 
 
Draghi, en un momento de su intervención. / SRDJAN ZIVULOVIC (REUTERS)
España ha copado muchas de las preguntas de los periodistas a Draghi, lo que constata que el país acapara en estos momentos la atención de todos los actores implicados en la crisis. En opinión de Draghi, en España se han realizado progresos significativos en la consolidación fiscal, en cuanto a las reformas estructurales y con el saneamiento bancario. Aunque, ha señalado, todavía tiene "retos importantes" que afrontar en el futuro.
Sobre si los avances hechos son suficientes para poner en marcha la compra de bonos del BCE, el presidente de la Autoridad Monetaria Europea ha respondido que es el Gobierno español y los otros Gobiernos de la Eurozona los que tienen que decidir si son suficientes. En cualquier caso, ha declinado responder a dos preguntas de EL PAÍS sobre si le agrada o no que el Gobierno de Mariano Rajoy esté dudando sobre si pedir o no el rescate.
La condicionalidad asociada al rescate, ha reiterado Draghi, "reduce el riesgo moral" y evita que los países echen el freno en sus esfuerzos y se dejen llevar por el BCE. Así, ha defendido, es un incentivo para aplicar las políticas correctas, que no tienen que ser necesariamente negativas, ha asegurado.
También sobre España, el economista italiano ha celebrado que "ha completado casi el 90% del programa de financiación de deuda soberana" para este año, aunque en realidad habrá que emitir más porque las necesidades van a superar lo previsto. Además, se ha visto obligado a concentrar las subastas en los plazos más cortos, que son los que se verán respaldados por las compras del BCE, y seguirá con esta política en el futuro.

No obstante, deberá tener cuidado ya que Draghi ha advertido de que vigilará si los países abusan de la emisión de deuda entre uno y tres años, que son los que serán adquiridos por el BCE, para aprovecharse del programa. Por otra parte, ha revelado que la apelación de la banca española a la ventanilla del banco central se ha reducido en septiembre tras copar buena parte de la liquidez en los meses precedentes.
En cuanto al análisis económico, Draghi ha culpado a las subidas de impuestos indirectos y al alza de los precios energéticos de que la inflación se sitúe por encima del objetivo oficial del 2%. Sin embargo, considera que es algo transitorio que no debería producir efectos de segunda ronda.
El temor a que estos riesgos inflacionistas se consoliden es una de las razones que los analistas apuntaban para descartar una rebaja de tipos en la reunión de hoy del BCE, que ha optado por mantener el precio del dinero en el mínimo del 0,75% pese a la recesión de la Eurozona. Sobre si optarán por volver a rebajarlos, ha respondido: "Nosotros no especulamos con medidas futuras sobre tipos de interés".

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