La Bolsa de Japón recula y arrastra a Europa por las dudas sobre los estímulos
El Nikkei retrocede un 3,8% y cae a mínimos de dos meses tras la escalada desde enero
El Ibex sucumbe a las ventas generalizadas y cede un 0,89%, menos que el resto
- EL PAÍS Madrid 5 JUN 2013 - 18:26 CET
La Bolsa de Japón ha vuelto a sufrir este miércoles otra jornada de fuertes caídas, con lo que ha retrocedido a mínimos de los dos últimos meses. El nuevo correctivo del parqué de Tokio ha reavivado a su vez las dudas en Europa. El castigo ha llegado hasta el español Ibex 35, que se ha dejado un 0,89% al cierre, menos que el resto del Viejo Continente.
Las ventas han llevado al selectivo de la Bolsa de Madrid a perder la cota psicológica de los 8.300 enteros (8.290,7) tras abrir la sesión en verde. La prima de riesgo española se ha situado en 294,1 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 4,448%.
Dentro del Ibex, Abengoa ha sido el peor valor con una caída del 2,76%, seguido de Endesa (-2,35%), Grifols (-2,29%), ArcelorMittal (-2,20%) y Enagás (-2,07%). En el otro lado se han situado Indra, mejor valor de la jornada con un repunte del 2,94%, FCC (+2,81%), Inditex (+1,22%), Amadeus (+0,71%) y Gas Natural (+0,50%). Salvo Inditex, los grandes valores del selectivo han conseguido aguantar el tipo y han llegado al cierre en negativo. Repsol se ha dejado un 1,9%, BBVA un 1,43%, Telefónica un 1,33%, Santander un 1,15% e Iberdrola un 0,62%.
En el mercado continuo, Bankia ha logrado cerrar en verde, con una leve subida del 0,14% y las acciones en 0,695 euros, mientras que Codere, protagonista en las últimas jornadas por su volatilidad, ha perdido un 0,54% y ha dejado el precio de los títulos en 1,84 euros.
En Europa, Londres ha cedido un 1,97%, París un 1,72% y Francfort un 1,03%. En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,3083 billetes verdes.
Las ventas en Tokio han estado motivadas por la decepción que ha causado entre los inversores la presentación de nuevos detalles del plan de estímulo del primer ministro, Shinzo Abe. En este caso, ha tocado el turno de anunciar medidas de liberalización en distintos sectores de la economía. Por este motivo, el Índice Nikkei se derrumbó un 3,8%, aunque viene de registrar una escalada y alcanzar máximos históricos.
Las propuestas para la estrategia de crecimiento (la llamada tercera flecha de la política económica de Abe, conocida popularmente comoAbenomics) decepcionaron a los inversores por su falta de concreción. En cuanto a lo que se ha dado a conocer, Abe se ha comprometido a desregular sectores como el energético, el farmacéutico o el de infraestructura. Además, habló de aumentar la inversión en la industria energética doméstica hasta los 30 billones de yenes (230.000 millones de euros) hasta 2013, y de sacar adelante la ansiada liberalización del sector para acabar con el monopolio de las 10 eléctricas regionales, que acaparan la generación, transmisión y distribución.
Abe también abogó por triplicar las inyecciones de capital público y privado en carreteras, aeropuertos u obras hidráulicas hasta los 12 billones (91.000 millones de euros) de aquí a los próximos 10 años. Junto a ello, el primer ministro también prometió articular medidas para duplicar la inversión extranjera en Japón hasta los 35 billones de yenes (más de 260.000 millones de euros) de aquí a 2020.
No obstante, el plan no mencionó exenciones generalizadas -tal y como habían pedido muchos de los grandes grupos empresariales- y se apoyó de manera casi exclusiva en medidas que tardarían, como poco, varios meses en ser aprobadas (muchas de ellas requerirán el visto bueno del Parlamento). Abe habló además de "flexibilizar el mercado laboral" pero no hizo mención explicita a una reforma para facilitar el despido que el sector empresarial reclama desde hace largo tiempo.
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