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La jornada de protestas se cierra con violencia en Sol
Nueve manifestantes detenidos y al menos seis heridos leves
Los incidentes se registran al final de una marcha en apoyo a los mineros y contra los recortes
La manifestación de apoyo a los mineros convocada ayer por la tarde tras la llegada de la marcha negra a Madrid
terminó anoche con cargas policiales y disparos de pelotas en Sol y
Tirso de Molina, barricadas de contenedores y cartones ardiendo en
Preciados, persecuciones por el barrio de Lavapiés, nueve detenidos y al
menos seis heridos leves. En torno a las diez de la noche, la policía
se enfrentó con algunos centenares de manifestantes que se habían
quedado en Sol al finalizar la marcha. Los manifestantes —unos 4.000
según la Delegación del Gobierno y 15.000 según los convocantes— corrían
perseguidos por los antidisturbios. Fuentes de la Delegación del
Gobierno aseguraron que los agentes actuaron al “verse hostigados” y
ante el “lanzamiento de objetos” por parte de los manifestantes.
Los detenidos se produjeron unos al término de la manifestación, en la que miles de personas recorrieron el centro de Madrid, y otros en un intento de aproximación al Congreso de los Diputados, según informó la Delegación. La marcha, que comenzó a las siete y media de la tarde en Atocha, estaba convocada por la plataforma Hay Que Pararles Los Pies, integrada por sindicatos alternativos y otras formaciones, en solidaridad con los mineros y contra los recortes anunciados ayer por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Se desarrolló sin incidentes y terminó en torno a las 21.45. Apenas 15 minutos después se iniciaron las cargas policiales y se vivieron momentos de tensión en la zona.
Cientos de personas permanecían al término de la manifestación concentrados en la Puerta del Sol coreando lemas del 15-M como "lo llaman democracia y no lo es", cuando algunos manifestantes encendieron bengalas y comenzaron a tirar botellas y otros objetos a los agentes, que no tardaron en cargar, vaciando la plaza en segundos. La tensión se trasladó a la zona de Preciados y Callao, donde jóvenes encapuchados incendiaron cinco barricadas y un par de contenedores. Varios testigos criticaron que los policías cargaron de forma indiscriminada en varias ocasiones. Al mismo tiempo, un grupo de “antisistemas”, según la Delegación, intentó acercarse a la zona del Congreso, de especial protección, y también se registraron cargas. La tensión se trasladó hasta la zona de Tirso de Molina.
“He salido del teatro y me he encontrado a la policía pegando a gente indefensa”, manifestó indignado Pedro Moraelde, director de una obra que se representa estos días en el Teatro Arlequín. Según relató, tuvo que proteger a una chica "a por la que iban" y vio a otra a la que atendían los servicios médicos por algún tipo de fractura en un brazo. Los altercados se saldaron con seis heridos leves, según el Samur.
“He visto cómo los policías pegaban a un señor que iba en silla de ruedas y la gente intentaba protegerle”, decía Dorothy Van Dyne, una estadounidense de 25 años que se aloja en un hostal de la zona. “No me sorprende que carguen, es lo que suelen hacer para disolver las manifestaciones, lo que sí me llama la atención es que lo hayan hecho tan temprano”, comentaba un joven informático asturiano, enfundado en la bandera de su comunidad, que no ha querido dar su nombre.
La Delegación del Gobierno declaró que los agentes intervinieron tras ser “hostigados” por algunos manifestantes, que les arrojaron “botellas y otros objetos”. En cuanto a la zona del Congreso, había un dispositivo para esta área de especial protección y los policías cargaron ante la presencia de un grupo “antisistema” que intentó aproximarse al edificio.
La manifestación previa se había desarrollado sin incidentes desde Atocha hasta Sol, encabezada por cuatro mineros con sus cascos y rodeada en todo momento por un amplio cordón de policías antidisturbios. Antonio Rodríguez, de Co.bas, uno de los sindicatos convocantes, ha explicado que pretendían "dar la oportunidad de apoyar a los mineros a quienes no habían podido estar por la mañana". En los comunicados finales criticaron la actuación policial en la marcha matinal, en la que se registraron altercados que terminaron con ocho detenidos y 76 heridos leves. Muchos de los participantes en la segunda marcha del día en la capital –la tercera de apoyo a los mineros en menos de 24 horas–, habían abandonado ya el lugar cuando empezaron los incidentes.
Los detenidos se produjeron unos al término de la manifestación, en la que miles de personas recorrieron el centro de Madrid, y otros en un intento de aproximación al Congreso de los Diputados, según informó la Delegación. La marcha, que comenzó a las siete y media de la tarde en Atocha, estaba convocada por la plataforma Hay Que Pararles Los Pies, integrada por sindicatos alternativos y otras formaciones, en solidaridad con los mineros y contra los recortes anunciados ayer por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Se desarrolló sin incidentes y terminó en torno a las 21.45. Apenas 15 minutos después se iniciaron las cargas policiales y se vivieron momentos de tensión en la zona.
Cientos de personas permanecían al término de la manifestación concentrados en la Puerta del Sol coreando lemas del 15-M como "lo llaman democracia y no lo es", cuando algunos manifestantes encendieron bengalas y comenzaron a tirar botellas y otros objetos a los agentes, que no tardaron en cargar, vaciando la plaza en segundos. La tensión se trasladó a la zona de Preciados y Callao, donde jóvenes encapuchados incendiaron cinco barricadas y un par de contenedores. Varios testigos criticaron que los policías cargaron de forma indiscriminada en varias ocasiones. Al mismo tiempo, un grupo de “antisistemas”, según la Delegación, intentó acercarse a la zona del Congreso, de especial protección, y también se registraron cargas. La tensión se trasladó hasta la zona de Tirso de Molina.
“He salido del teatro y me he encontrado a la policía pegando a gente indefensa”, manifestó indignado Pedro Moraelde, director de una obra que se representa estos días en el Teatro Arlequín. Según relató, tuvo que proteger a una chica "a por la que iban" y vio a otra a la que atendían los servicios médicos por algún tipo de fractura en un brazo. Los altercados se saldaron con seis heridos leves, según el Samur.
“He visto cómo los policías pegaban a un señor que iba en silla de ruedas y la gente intentaba protegerle”, decía Dorothy Van Dyne, una estadounidense de 25 años que se aloja en un hostal de la zona. “No me sorprende que carguen, es lo que suelen hacer para disolver las manifestaciones, lo que sí me llama la atención es que lo hayan hecho tan temprano”, comentaba un joven informático asturiano, enfundado en la bandera de su comunidad, que no ha querido dar su nombre.
La Delegación del Gobierno declaró que los agentes intervinieron tras ser “hostigados” por algunos manifestantes, que les arrojaron “botellas y otros objetos”. En cuanto a la zona del Congreso, había un dispositivo para esta área de especial protección y los policías cargaron ante la presencia de un grupo “antisistema” que intentó aproximarse al edificio.
La manifestación previa se había desarrollado sin incidentes desde Atocha hasta Sol, encabezada por cuatro mineros con sus cascos y rodeada en todo momento por un amplio cordón de policías antidisturbios. Antonio Rodríguez, de Co.bas, uno de los sindicatos convocantes, ha explicado que pretendían "dar la oportunidad de apoyar a los mineros a quienes no habían podido estar por la mañana". En los comunicados finales criticaron la actuación policial en la marcha matinal, en la que se registraron altercados que terminaron con ocho detenidos y 76 heridos leves. Muchos de los participantes en la segunda marcha del día en la capital –la tercera de apoyo a los mineros en menos de 24 horas–, habían abandonado ya el lugar cuando empezaron los incidentes.
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