mardi 2 avril 2013



La troika concede dos años más de lo previsto a Chipre para realizar los ajustes

Nicosia suaviza los controles al capital para no agravar la crisis

La Bolsa de Chipre reabre con moderadas caídas por la suspensión de los bancos

Las acciones de Bank of Cyprus y Laiki Bank permanecerán suspendidas hasta el 15 de abril



Un hombre pasa con su perro ante una sede del Banco de Chipre. / VADIM GHIRDA (AP)
En medio de los rumores sobre la inminente remodelación ministerial que ha incluido al titular de Finanzas, el banco central chipriota ha suavizado en parte el control de capitales para facilitar el funcionamiento de la economía y, en especial, de las pymes, cuya actividad se había visto ralentizada hasta niveles próximos al coma. Además, el Gobierno ha confirmado la conclusión de las negociaciones con la troika sobre el memorándum del rescate —heredado del Ejecutivo anterior, ya que empezó a pactarse en junio pasado—. Al final, el acuerdo contempla un plazo de cinco años, hasta 2018, para completar los ajustes fiscales, dos más de lo previsto. También se flexibiliza el calendario de las privatizaciones.
"La conclusión del acuerdo con la troika debería haber ocurrido mucho antes, en condiciones políticas y económicas mucho mejores. A pesar del retraso, la situación a partir de ahora se normalizará y se creará el entorno necesario para poner en marcha la economía", ha argumentado el portavoz del Gobierno, Jristos Stylianidis, que ha concretado que el plazo de amortización de los 10.000 millones de euros del rescate será de 22 años y a un interés del 2,5%.

Aunque en las calles, curiosamente, eran perceptibles más colas ante sucursales bancarias que la semana pasada, la relajación de algunos controles de capital permitirá a los particulares realizar pagos mediante cheque —hasta hoy sólo se podían ingresar— con un límite de 9.000 euros mensuales por cliente y banco. Pero la medida más importante para la actividad comercial es elevar de 5.000 a 25.000 euros el pago por cheque a las empresas; los superiores a esa cantidad deben seguir siendo autorizados por el banco central.La sustitución de Mijalis Sarris al frente del Ministerio de Finanzas, sin embargo, es el último de los problemas que tiene ahora por delante el presidente del país, el conservador Nikos Anastasiadis. Hoy ha presidido el juramento de los tres exjueces que forman la comisión de investigación encargada de estudiar el funcionamiento del sector bancario entre 2006 y 2013 y, sobre todo, los escándalos que apuntan a una franca connivencia entre la banca y la clase política. La presunta fuga de capitales en vísperas de anunciarse el corralito, el pasado 15 de marzo, afecta de lleno al presidente por sus vínculos familiares con presuntos evasores, es decir, será también objeto de investigación por los fiscales a los que él mismo ha tomado hoy juramento.
La cámara de comercio había advertido este lunes del riesgo de quiebra para muchas empresas con fletes y portes inmovilizados tras casi una semana de bloqueo de pagos. De hecho, hoy resultaba más fácil entrar en el sancta sanctorum de la Bolsa que encontrar botellas de agua mineral con gas en los bares del centro de Nicosia (es un producto importado, y una partida esperaba poder ser liberada en la aduana); también se han visto afectadas en distinta medida las principales agencias de viaje y de alquiler de automóviles, en pleno inicio de la temporada turística.
Mientras tanto, la Bolsa de Chipre ha reanudado este martes su actividad tras dos semanas de cierre con caídas del 2,45% en el índice general y la suspensión de la cotización de las acciones del Laiki Bank y el Banco de Chipre hasta el próximo día 15, “para asegurar el correcto funcionamiento del mercado y la protección de los inversores”, según fuentes de la entidad.

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