mardi 26 mars 2013




Rajoy y Hollande se oponen a que los ahorradores salven a los bancos

Ambos líderes piden la Unión Bancaria y más crecimiento

Reunidos en el Elíseo antes de acudir al estadio de Saint Denis para ver en directo el partido Francia-España, el presidente español, Mariano Rajoy, y el jefe del estado francés, François Hollande, mostraron este martes su rechazo a que los ahorradores se vean obligados a salvar a los bancos y criticaron, sin llegar a citarlo, al presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, afirmando que el caso de Chipre es “único y excepcional”, que la garantía de los depósitos es sagrada y que no se puede extrapolar al resto de los países europeos.
Amigos por conveniencia pese a pertenecer a distintas familias políticas, y cada día más alejados del centro de poder real de Europa, París y Madrid levantaron la voz al unísono para decir que no están dispuestos a que la solución adoptada por la Unión Europea para salvar el sistema financiero chipriota se aplique en otros casos.

Aunque solo un periodista nombró al impronunciable líder del Eurogrupo, Dijsselbloem, el ministro socialdemócrata holandés fue la gran referencia de la conferencia de prensa conjunta. Rajoy y Hollande dejaron claro que están seriamente contrariados por las meteduras de pata del novato líder de los ministros del euro, quien se precipitó a afirmar que el rescate a Chipre podría ser un buen modelo para el futuro. Rajoy dijo que el acuerdo alcanzado para la isla mediterránea le parece “bien”, pero aclaró que se trata de “un problema bancario diferente a todos los demás, de una decisión extraordinaria”.La única solución posible, dijeron ambos mandatarios, es caminar rápidamente hacia la Unión Bancaria y respetar, según señaló Hollande, sus dos principios esenciales: la garantía de los depósitos, que como dijo Rajoy es básica para dar confianza a los ahorradores, y la recapitalización de los bancos a través de Mecanismo de Europeo de Estabilidad (MEDE).
“Debe quedar meridianamente claro que la solución solo se aplicará a Chipre”, añadió. Y luego hizo una pausa y pidió “prudencia y mesura en las declaraciones” y “respeto a las decisiones de las instituciones Unión Europea”, en evidente referencia a Dijsselbloem.

Rajoy trató de enviar un mensaje a Alemania para que garantice los plazos comprometidos (junio y diciembre), pidió “coraje, convicción y determinación”, y llamó a avanzar en la integración económica y política. Hollande volvió a su discurso de siempre: pidió que Europa estimule el crecimiento, recordó que si los mercados de los países se contraen es imposible que Francia se expanda, reconoció que sin crecimiento será una quimera volver a crear empleo.Los presidentes de la segunda y la cuarta economía del euro rechazaron una segunda andanada de Bruselas, la preparación por parte de la Comisión Europea prepara una directiva que podría extender a los dueños de depósitos bancarios mayores de 100.000 euros la carga de futuros rescates a la banca. Los dos recordaron que es preciso ceñirse a los acuerdos que se adoptan, que no es esa la forma de recapitalizar los bancos, y que los acuerdos de junio para poner en marcha la Unión Bancaria fueron “muy importantes”.
La sensación en la glamorosa sala del Elíseo era la de dos políticos que prefieren irse al fútbol juntos que clamar en el desierto; vencidos por la crisis, cada día más dependientes del poder de Berlín, con unos datos que de forma tozuda alejan la salida de la crisis, sin cintura ni imaginación para cambiar las cosas, y abrumados por unas cifras de paro intolerables que no son capaces de revertir.
Rajoy y a Hollande parecían desbordados por la situación generada en un islote del Mediterráneo que pesa el 0,2% del PIB europeo, obligados a usar la diplomacia para no sacar los pies del tiesto, utilizar una vez los argumentos que usaban hace casi un año al apoyar en Bruselas el Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento.
El presidente español habló de las previsiones económicas del Banco de España sin mostrarse demasiado preocupado por que su banco emisor pronostique que el paro alcanzará el 27% este año y la economía cederá un 1,5%. Dijo que el Gobierno ajustará sus propias previsiones en abril, aunque no necesariamente en el sentido que afirma el Banco de España.
Tras evitar responder una vez más a las cuestiones sobre la galopante corrupción que afecta a su partido —reiteró que ya dijo todo lo que tenía que decir “en público y en abierto”—, el presidente español presumió de que el suyo es el único Gobierno que ha tomado decisiones sobre el asunto de los desahucios, e invocó la necesidad de conciliar las necesidades de los ciudadanos con la seguridad jurídica.



Berlín presiona para acelerar las quitas en futuras crisis bancarias

Alemania quiere adelantar el marco legal de 2018 a 2015

Estudiantes chipriotas protestan frente al palacio presidencial. / PETROS GIANNAKOURIS  (AP )
¿Puede quebrar un banco? ¿Debe rescatarse siempre cualquier entidad financiera con dinero público? Esas cuestiones planean sobre la política económica internacional desde la bancarrota de Lehman Brothers. Y han cobrado actualidad de nuevo tras la crisis de Chipre, resuelta con un rescate en el que se deja quebrar un banco y se imponen pérdidas a los accionistas, los poseedores de todo tipo deuda (incluida la de máxima calidad, intocable hasta ahora) e incluso los depositantes de más de 100.000 euros, después de haber flirteado con castigar también a los de menos de 100.000 euros, asegurados —en teoría— a prueba de bombas. La UE trabaja en una nueva caja de herramientas para lidiar con futuras crisis bancarias sin recurrir solamente a los contribuyentes en esa misma línea, aunque con un horizonte relativamente lejano. Pero los países más fuertes, encabezados por Alemania, han conseguido que Chipre sea la demostración de que ese será, más temprano que tarde, el modelo a seguir. Tras las controvertidas declaraciones del presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, que apuntan en ese sentido, fuentes europeas explican que Berlín, junto con Gobiernos como el holandés, presiona para acelerar todo lo posible esa fórmula para resolver crisis financieras.
Un portavoz del Ejecutivo alemán confirmó ayer que esa es una línea de trabajo en la que insiste el equipo de la canciller Angela Merkel desde el año pasado.

La UE debería tener en marcha la normativa para permitir ese tipo de quitas para 2018, dentro de un movimiento de mayor alcance, que incluye un fondo de garantía para cerrar entidades, pero también todas las patas de la unión bancaria: el supervisor único, la recapitalización directa de bancos por parte del mecanismo permanente de rescate, un fondo de resolución europeo y un fondo de garantía de depósitos comunitario. La filosofía está clara y es compartida por todos los socios del euro: los líderes europeos pusieron negro sobre blanco, en la cumbre de junio, que si un banco tiene problemas “la respuesta ya no será automáticamente que nosotros [los Estados] nos hagamos cargo de esos problemas”. Se trata de romper el círculo vicioso entre la deuda pública y la banca; de acabar con la relación incestuosa entre los Gobiernos y las finanzas.Bruselas no consigue desenredar el lío en el que anda metida la eurozona desde hace 10 días. Tras el primer acuerdo —fallido— sobre Chipre, se desató la alarma por el hecho de que todos los depósitos tenían que arrimar el hombro para solucionar una crisis “excepcional y única”, que incluía un sector financiero sobredimensionado y sucio, con algo más que sospechas acerca del dinero negro ruso. Finalmente, pagarán solo los depósitos no asegurados, pero también los accionistas y los acreedores, siempre con abundantes alusiones reiteradas a la “excepcionalidad” de Chipre. Bruselas insistió ayer en esa letanía del caso “excepcional” chipriota. Pero una portavoz de la Comisión recordó que las instituciones europeas trabajan desde hace meses en una caja de herramientas para luchar contra futuras crisis financieras que coincide con el experimento de Chipre.

Los portavoces alemanes se esfuerzan por separar el grano de la paja, desmintiendo cualquier parecido entre Chipre y otros casos, y descartando cualquier riesgo para países como España. Chipre es un caso simpar, insisten en Berlín, porque sus bancos apenas tenían nada más que depósitos. España, por contra, cuenta con dinero suficiente para recapitalizar sus bancos —100.000 millones, de los que ha pedido 40.000— gracias al rescate financiero europeo. Alemania da el problema español por superado, y el ministro Wolfgang Schäuble insiste en avanzar hacia la unión bancaria europea repartiendo las responsabilidades en la prevención de futuros problemas bancarios. Tanto el partido de Merkel (CDU) como los socialdemócratas y los Verdes, con las elecciones a la vuelta de la esquina, están de acuerdo en que el tabú de que los bancos no pueden quebrar debe caer. Y para ello coinciden en que hay que hacer pagar a quienes tomaron riesgos a cambio de jugosos intereses.Berlín y los países del club de la Triple A insisten en adelantar a 2015 los nuevos poderes de resolución de crisis bancarias que quiere la Comisión. Y Dijsselbloem —tal vez más como ministro holandés que como líder del Eurogrupo más que apoyado por Alemania— siguió esa línea argumental al sugerir que Chipre servirá como guía. El BCE y varias capitales lanzaron ayer duras críticas al holandés por esas declaraciones, de las que se ha retractado chapuceramente. Ante el ataque de sinceridad del presidente holandés del Eurogrupo, la reacción de los mercados —que saben de las presiones alemanas— obedece al hecho de que la banca europea, especialmente en los países con problemas, corre el riesgo de que sus clientes salgan corriendo.

La chapucera gestión de la crisis chipriota ha abierto varias heridas. Incluso dentro del consejo del BCE: “Mario Draghi [su presidente] desapareció del Eurogrupo hace 10 días porque sabía que podía aprobarse un castigo que no le gustaba, impuesto por el FMI y Alemania. Y Jörg Asmussen [miembro del consejo de gobierno y exasesor de Merkel] fue quien se quedó y cocinó el pacto”, apuntan fuentes del Eurogrupo. “Las diferencias entre Draghi y Asmussen son evidentes”, según las mismas fuentes, que apuntaban además el malestar en varios países —Francia, Italia y España— por las declaraciones de Dijsselbloem. “El comunicado del Eurogrupo se pactó palabra por palabra, línea por línea. Luego Dijsselbloem, al día siguiente, se saltó ese mandato, en lo que parece un comportamiento inaceptable, aunque se haya retractado y alegue que le han malinterpretado”, cierran las citadas fuentes.Hay, aún así, un problema de tempo. El BCE ha insistido siempre en que ese 2018 para las nuevas reglas está demasiado lejos. Y, sin embargo, en la quiebra reciente del holandés SNS impidió que Dijsselbloem castigara la deuda sénior: pagaron accionistas y poseedores de deuda de mala calidad, pero el Eurobanco impidió a las autoridades holandesas traspasar esa línea, como sucedió también con las cajas españolas. La legislación acabará llegando, pero tanto el BCE como la Comisión apuntan que es clave el ritmo con el que se imponga esa reforma: con algunos países en plena reestructuración o con problemas a la vista, los llamamientos a acelerar ese proceso legislativo “corren el peligro de conseguir una fragmentación aún mayor del sistema financiero europeo”, según una fuente europea. En plata: es un torpedo para la línea de flotación de los bancos bajo sospecha, muy concentrados en los países que peor lo están pasando.




MARKET OVERVIEW
FTSE MIB15.495,92-0,95%
FTSE 1006.399,37+0,33%
DAX 307.879,67+0,11%
CAC 403.748,64+0,55%
SWISS MARKET7.800,05+0,54%
S&P 5001.563,49+0,76%
NASDAQ3.251,26+0,49%
HANG SENG22.311,08+0,27%



Timide rebond à la Bourse de Paris

A trader works on the floor of the New York Stock Exchange
Lundi, les marchés avaient été déstabilisés par le plan d’aide à Chypre. Crédit Photo : BRENDAN MCDERMID/REUTERS
Le CAC 40 a regagné 0,55 %. Les investisseurs ont profité de la chute de la veille pour se mettre en quête de bonnes affaires.
Comme souvent après un vif coup de froid, la Bourse de Paris a retrouvé quelques couleurs mardi. Le CAC 40 a terminé en hausse de 0,55 % à 3 748,64 points. Lundi, il avait chuté de 1,12 %, déstabilisé par le plan de sauvetage chypriote.
Les plupart autres grandes places mondiales ont toutefois suivi le même chemin que Paris mardi. Londres a avancé de 0,33 % et Francfort a grignoté 0,11 %. Après avoir ouvert en petite hausse, Wall Street, a rapidement accéléré la cadence, encouragée par une nouvelle salve d’indicateur macroéconomiques de bonne facture avec notamment une nouvelle hausse des prix de l’immobilier en janvier. En milieu de séance, le Dow Jones avançait de 0,55 % et le Nasdaq de 0,22 %.
L’ambiance était toutefois encore très nerveuse sur les marchés. Les Bourses des pays jugés les plus fragiles de la zone euro comme celles de Madrid (-1,84 %) ou d’Athènes (-4,9 %) ont d’ailleurs accusé de nouvelles pertes. Bon nombre d’investisseurs redoutent toujours que la méthode adoptée lors du sauvetage de Chypre fasse école au sein de la zone euro. Cette solution inédite, passe non seulement par une restructuration massive du secteur bancaire et met à contribution les actionnaires et les créanciers mais elle se traduira également par le sévères pertes pour les déposants.

Les banques chahutées

La Bourse de Paris a été soutenue par l’habituelle chasse aux bonnes affaires qui suit les coups de froid en Bourse. Dans la panique, les investisseurs vendent à tour de bras. Mais, dès le lendemain, ils tentent de reprendre leurs esprits et se mettent en quête de titres qu’ils jugent injustement massacrés.
Les titres les plus sensibles à la conjoncture, qui avaient beaucoup souffert ces derniers temps ont particulièrement profité de la vague de achats à bon compte à l’image de Lafarge (+ 2,24 %) Solvay (+1,95 %), ou Alstom (+ 1,47 %). Visiblement désorientés les investisseurs portaient une attention toute particulière aux commentaires des analystes. Michelin a terminé en tête du CAC 40 avec un gain de 2,95 % après des commentaires positifs d’HSBC et EDF a grimpé de 2,41 % après une note favorable de Morgan Stanley. Le secteur bancaire a en revanche terminé en ordre dispersé après avoir été, une fois encore très chahuté. BNP Paribas a avancé de 1,10 % mais Société générale a cédé 0,17 % et Crédit agricole 0,52 %.




El acuerdo obliga a Chipre a liquidar su modelo de paraíso fiscal

Las críticas más duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposición

Manifestantes chipriotas en protesta contra el rescate. / GETTY IMAGES
Los chipriotas se fueron a la cama y al levantarse se encontraron con un país distinto al que han conocido hasta ahora. El acuerdo del Eurogrupo, arrancado a dentelladas en la madrugada, supone el punto final al modelo económico de Chipre como centro financiero y paraíso fiscal. Los políticos y ciudadanos recibieron la noticia con una extraña mezcla de alivio por haber evitado el desastre, resignación porque sabían que el castigo europeo era inevitable y convencimiento de que lo que está por llegar es mucho peor.
“Hemos logrado lo mejor posible dentro del peor de los escenarios”, dijo el ministro del Interior, Socratis Jásikos. En la misma dirección, el vicepresidente del partido gubernamental DISY, Lefteris Jristoforu, aseguró que los dirigentes de todos los partidos habían asumido los resultados sin controversias y siendo conscientes del momento que atraviesa el país. “Lo difícil empieza hoy y es a partir de ahora cuando debemos demostrar que somos capaces de sacar lo mejor de nosotros”, añadió el presidente de la comisión parlamentaria de Finanzas, Nikos Papadópulos, del partido socialdemócrata DIKO.

“Europa obligó a nuestro presidente a firmar un acuerdo que no nos convenía. Es evidente que estamos siguiendo los mismos pasos que Grecia, pero nadie aprende de los errores ya cometidos”, comenta Theo Stoeeos, un funcionario que camina del brazo de su novia en este día festivo, y que dice estar convencido de que el Gobierno, viendo lo sucedido en otros países ya rescatados, le bajará dentro de poco su sueldo de poco más de 2.100 euros al menos un 10%. “Y eso que hace poco ya me lo redujeron 350 euros”, protesta.En la calle, a la que ayer salieron los chipriotas para celebrar los casi dos siglos de independencia griega del imperio otomano, también se oían voces que apelaban a lo complicado del momento, pero la crítica subía algunos decibelios.
No son solo los comunistas de AKEL los que se distancian a pasos agigantados del proyecto europeo. Cada vez más ciudadanos consideran que el retorno a la libra chipriota es la única solución. Es muy habitual escuchar conversaciones en las que se recuerda con añoranza la antigua divisa y se dice que el euro, en el que Chipre entró hace cinco años, solo ha traído un deterioro en el bienestar de los ciudadanos. Según una encuesta reciente, dos tercios de los habitantes del país abogan por salir de la Unión Monetaria.Las críticas más duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposición, los comunistas de AKEL, en el Gobierno hace tan solo un mes. “El acuerdo no solo no ayuda a resolver los problemas de nuestra economía, sino que agrava la crisis y traerá consecuencias muy dolorosas para el país y sus ciudadanos”, aseguraba en un comunicado. El partido que dirigió el país hasta hace tan solo un mes aboga ahora abiertamente por resistirse a “las amenazas” de la troika (Comisión Europea, FMI y BCE) y buscar una solución al margen de Europa.
Pero estas ideas no se oyen solo en la calle. El Premio Nobel de Economía Chris Pissarides considera que Chipre debería valorar si le compensa seguir en el euro. Pero este profesor de la London School of Economics cree que este no es el momento para tomar esa decisión, sino que lo urgente ahora es superar esta crisis. “Siempre he sido europeísta, pero lo cierto es que después de lo que está pasando empiezo a pensar que los euroescépticos británicos tienen razón en muchas cosas. La eurozona es un club de iguales. Y uno de sus principios básicos es que los miembros se respetan entre sí. Esto no está siendo así en Chipre”, aseguraba el Nobel a este periódico la semana pasada en un acto organizado por The Economist en Nicosia.
¿Qué efectos cree Pissarides que tendrá el episodio chipriota en la larga crisis del euro? “El problema no es tanto el efecto real en los mercados financieros, como el de la reputación de la Unión Monetaria”, decía el pasado viernes. “Los ahorradores españoles deberían pensarse en serio si sus depósitos más allá de 100.000 euros están seguros. España tiene problemas muy serios”, añadió, tras conocer los detalles del rescate chipriota, en una entrevista a Bloomberg Television.
La Iglesia Ortodoxa también se ha apuntado al carro. “El euro no puede durar. No digo que vaya a desmoronarse mañana, pero con los cerebros que hay en Bruselas es evidente que no va a durar a largo plazo y lo mejor es ir pensando cómo escapar”, dijo el arzobispo Chrisóstomos II, el líder espiritual chipriota que ofreció los bienes de la Iglesia para evitar la bancarrota del país.
Pero no solo abunda el euroescepticismo. En Chipre estos días se nota que hay cada vez más dudas sobre la gestión que ha hecho el país de esta semana de crisis. El ministro del Interior verbalizó este sentimiento que se ha extendido de que quizás no fue muy inteligente el corte de mangas que Nicosia dio la semana pasada a los mismos Gobiernos europeos a los que pedía un préstamo de 10.000 millones de euros para evitar la bancarrota. “El no del Parlamento fue un error. Todo se ha hecho más difícil”, señaló Jásikos al diario Politis. El ministro se refería al rechazo masivo a las condiciones que el Eurogrupo impuso hace 10 días para conceder el rescate: ni uno solo de los 56 diputados votaron a favor, ni siquiera los del partido del presidente que negoció el acuerdo.



Bruselas apoya que los depósitos de más de 100.000 euros costeen nuevos rescates

La Comisión aboga por que los depósitos de más de 100.000 ayuden a reflotar bancos

La propuesta está incluida en un borrador para una nueva normativa comunitaria

PRIMERA MANIFESTACIÓN DE LOS ESTUDIANTES Estudiantes con la palabra 'No' escrita en las palmas de las manos se manifiestan frente al Parlamento en Nicosia, Chipre, este martes. / GEORGIOS KEFALAS (EFE)
La Comisión Europea ha reconocido este martes que su propuesta para reformar el sistema bancario europeo prevé que los depositantes con más de 100.000 euros en el banco paguen parte de la factura de futuros rescates de entidades en apuros. La propuesta está incluida en un borrador presentado en junio de 2012, según ha admitido este martes la propia Comisión. No obstante, ante el hecho de que ya se ha aplicado en el rescate de Chipre, ha vuelto al primer plano de la actualidad ante el temor de que se acelere su entrada en vigor, prevista para 2008. Pese a ello, el Ejecutivo comunitario ha insistido en que todavía está en estudio. Además, se ha esforzado en destacar que los ahorradores con menos de 100.000 euros no se verían afectados en ningún caso por la medida.
“En la propuesta de la Comisión, que está en estos momentos en discusión, no se excluye que los depósitos de más de 100.000 euros puedan formar parte de los activos susceptibles de contribuir al rescate” junto a los bonistas, accionistas o acreedores, ha afirmado Chantal Hughes, portavoz oficial del comisario de Mercado Interior, Michael Barnier.

El revuelo causado por Dijsselbloem obligó al Eurogrupo, que es la institución que agrupa a los ministros de Finanzas del euro, a emitir uncomunicado formal desmintiendo a su presidente. "Chipre es un caso específico con un rescate hecho a su medida en el que no se ha usado un modelo o patrón" extensible a otros países con problemas en su sector financiero, afirmaba el texto.La cuestión es que este mismo lunes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, abogó por usar la vía chipriota y recurrir a la quita a los grandes ahorradores en los próximos rescates, con lo que se evitaría que sean los contribuyentes los que paguen el reflotamiento de los bancos. Este fue el mismo principio al que aludió la Comisión cuando presentó su propuesta hace unos meses. Sin embargo, el momento elegido por Dijsselbloem para volver a ponerla sobre la mesa no ha sentado nada bien. Sobre todo, porque la ligó al modelo de rescate aplicado en Chipre y defendió el uso de esta vía en próximas crisis bancarias, lo que choca de frente con las reiteradas explicaciones de Bruselas de que el caso chipriota era único. El resultado de todo ello es que se dispara la confusión, lo que ha puso en alerta a los inversores y ha vuelto a hacer sonar las alarmas este martes en los mercados. Además, es una llamada en toda regla para que los grandes ahorradores saquen su dinero de la eurozona, lo que complicará aún más la situación de las entidades financieras.
También el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, o el ministro español de Economía, Luis de Guindos, se han visto obligados a salir al paso de las palabras del jefe del Eurogrupo y han negado que el modelo de rescate aplicado a Chipre pueda servir para España. Según han coincidido Almunia y Guindos, la situación del diminuto país mediterráneo es específica y única, por lo que no puede extrapolarse a otros países.
Asimismo, el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la CE, Simon O'Connor, ha afirmado que ha habido un "malentendido" sobre la posibilidad de que no haya que usar nunca la recapitalización directa de la banca desde los fondos de rescate. "Desear que el uso de este instrumento (no sea necesario, no quiere decir que un acuerdo para hacerlo posible sea algo en lo que no sigamos trabajando", ha afirmado O’Connor en referencia a las palabras de Dijsselbloem, que dijo que la eurozona debería tener como objetivo "no tener que utilizar nunca la recapitalización directa".
“El trabajo en eso, en el instrumento del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para la recapitalización directa sea una opción disponible, continúa en el Eurogrupo, y la CE continúa trabajando para facilitar un acuerdo entre la zona del euro y los Estados miembros", ha añadido.

Moscú advierte de que la fuga de capitales del euro aumentará

El Gobierno ruso cree que la difícil situación del sistema bancario en Chipre incrementará la fuga de capitales de Rusia, de donde salieron más de 50.000 millones de dólares en 2012. “La situación en Chipre, y en general, la situación negativa del sector bancario en Europa, más bien estimulará la fuga de capitales de Rusia", ha dicho Andréi Klepach, viceministro de Economía de Rusia, citado por las agencias locales.
Klepach considera que las perspectivas de oscilaciones financieras a corto plazo en la isla mediterránea y en la Eurozona suponen un riesgo para la economía rusa. No obstante, sostuvo que el sistema financiero ruso es más sólido que el europeo y como ejemplo puso el Banco Comercial Ruso que opera en Chipre y que Moscú considera el más sano de ese país.