Las dudas sobre el presupuesto de EE UU arrastran a pérdidas a Wall Street
El Dow Jones retrocede un 1% en el arranque de la sesión
El regreso de la crisis en Italia también condiciona el ánimo de los inversores
SANDRO POZZI Nueva York 30 SEP 2013 - 17:30 CET6
La palabra compromiso es un término sucio en Washington. Y la falta de acuerdo entre los políticos acerca del presupuesto para el ejercicio 2014 y el límite de endeudamiento federal, sumado a la crisis política en Italia, ha provocado que Wall Street arrancara la semana de nuevo con pérdidas. El Dow Jones se ha dejado en el arranque de la sesión cerca de un 1%, con lo que ha estado a punto de borrar todas las ganancias del trimestre.
La historia del verano de 2011, cuando la agencia Standard & Poor´s retiró la máxima nota de solvencia a la deuda soberana de EE UU, vuelve a repetirse. Esta vez, la inyección ilimitada de liquidez por parte de la Reserva Federal está permitiendo contener daños mayores en los mercados. Pero el punto muerto político que se vive entre la Casa Blanca y el Congreso empezará a hacer daño a la economía a partir de esta medianoche, cuando centenares de miles de empleados públicos se queden en sus casas sin paga.
El ejercicio fiscal arranca en EE UU el 1 de octubre. Sin embargo, como viene siendo una tónica habitual en los últimos años, lo hace sin presupuesto. Sin una partida de gasto autorizada, el Gobierno federal empezará a paralizar las actividades no esenciales de la Administración. Pero lo que preocupa más a Wall Street es el techo de la deuda, límite que se superará el 17 de octubre. En ese momento el Tesoro de EE UU dispondrá solo de 30.000 millones de dólares para cumplir con sus obligaciones.
Una de las preocupaciones de este efecto combinado del retraso en la adopción en el presupuesto y el rebasamiento del límite de endeudamiento es que las agencias de calificación procedan de nuevo a revisar sus notas a EE UU. Por si no fuera suficiente, el 1 de octubre entra en vigor la parte clave de la reforma sanitaria. Moody´s, que da la triple A a la deuda soberana estadounidense, señala que este primer bloqueo en 17 años en las actividades del Gobierno no afectará a su valoración.Es una combinación que puede ser perversa. Por un lado, el crecimiento puede verse lastrado en 1,4 puntos del producto interior bruto en el cuatro trimestre si el parón gubernamental se prolonga varias semanas. Sin embargo, el efecto más destructivo del circo político en Washington podría llegar a mediados de octubre, cuando EE UU no tenga capacidad para pedir prestado. En ese momento el impacto en Wall Street ser anticipa será mucho más severo.
Otra cosa distinta es el techo de la deuda, en la que aún confía se llegue a una solución en las próximas semanas. Esta incertidumbre se está haciendo notar en el mercado de divisas, donde el dólar se debilitó frente a sus rivales aunque se mantuvo relativamente estable frente al euro. El tipo en el bono a 10 años, entretanto, está al 2,619% porque este choque podría forzar a la Fed a mantener intacto el estímulo hasta diciembre o enero.
La próxima reunión está prevista para final de octubre. El cierre parcial de la Administración podría afectar a la recolección de datos estadísticos clave que necesita para su decisión. De hecho, es muy posible que el viernes no pueda publicarse el índice de desempleo, el indicador macroeconómico más relevante en este momento. Por su parte, las actividades de supervisión del regulador bursátil podrían verse afectadas.
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