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Draghi cancela su participación en la cumbre de banqueros de Jackson Hole
No acudirá el último fin de semana de agosto al simposio anual de banqueros centrales mundiales
Sandro Pozzi
Nueva York
28 AGO 2012 - 15:45 CET1
Mario Draghi tiene problemas de sobra en Europa como para irse ahora
de viaje al idílico enclave de Jackson Hole (Wyoming), donde el último
fin de semana de agosto se celebra el simposio anual de banqueros
centrales mundiales. Eso, en el lenguaje del Banco Central Europeo se
traduce en “una cargada agenda de trabajo”. Y con este argumento, el
jefe de la autoridad monetaria en la zona euro declina la invitación de
la Reserva Federal de Kansas City.
Draghi tenía previsto intervenir el sábado, en un discurso muy esperado por los mercados globales, donde iban a analizar sus palabras al milímetro buscando claves de cara a la reunión del 6 de septiembre de su consejo de Gobierno. El presidente del BCE opta, en principio, por no decir nada. Era la estrella del encuentro. Su portavoz dijo esta mañana que deseaba participa, pero que al final tuvo que declinar la invitación.
La renuncia de Mario Draghi a participar en el evento alimentó, por tanto, las especulaciones sobre lo hará el BCE el jueves de la semana próxima para aliviar la crisis de la deuda soberana europea, momento en el que podría anunciase un nuevo plan de compra de bonos. Antes, el lunes en Bruselas, el presidente del banco emisor participará en un debate en el Parlamento Europeo dedicado a la creación de una unión bancaria.
Bernanke viene diciendo desde meses atrás que la Fed cuenta con instrumentos necesarios para actuar si la economía da un giro a peor. Pero antes de actuar, necesita que los indicadores justifiquen cualquier tipo de acción y lograr un sólido consenso interno, especialmente por la cercanía de las presidenciales en EE UU. La marcha de Europa será clave. La próxima reunión de la Reserva Federal está prevista para el 12 y 13 de septiembre.
Draghi tenía previsto intervenir el sábado, en un discurso muy esperado por los mercados globales, donde iban a analizar sus palabras al milímetro buscando claves de cara a la reunión del 6 de septiembre de su consejo de Gobierno. El presidente del BCE opta, en principio, por no decir nada. Era la estrella del encuentro. Su portavoz dijo esta mañana que deseaba participa, pero que al final tuvo que declinar la invitación.
La renuncia de Mario Draghi a participar en el evento alimentó, por tanto, las especulaciones sobre lo hará el BCE el jueves de la semana próxima para aliviar la crisis de la deuda soberana europea, momento en el que podría anunciase un nuevo plan de compra de bonos. Antes, el lunes en Bruselas, el presidente del banco emisor participará en un debate en el Parlamento Europeo dedicado a la creación de una unión bancaria.
La Reserva Federal, la protagonista
La atención se concentra, por tanto, en Ben Bernanke. El presidente de la Reserva Federal tiene previsto hablar el viernes por la mañana. Hace dos años utilizó ese mismo telón de fondo para preparar al mercado de cara a la activación de una nueva ronda de estímulos monetarios por la vía no convencional a la de la rebaja de tipos. El pasado, sin embargo, se limitó a seguir la partitura y evitó cualquier anuncio adicional.Bernanke viene diciendo desde meses atrás que la Fed cuenta con instrumentos necesarios para actuar si la economía da un giro a peor. Pero antes de actuar, necesita que los indicadores justifiquen cualquier tipo de acción y lograr un sólido consenso interno, especialmente por la cercanía de las presidenciales en EE UU. La marcha de Europa será clave. La próxima reunión de la Reserva Federal está prevista para el 12 y 13 de septiembre.
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