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Bankia mantiene las subidas en Bolsa y ya triplica su valor en menos de un mes
La especulación y un mercado sin otras referencias dispara las acciones del banco
La entidad remonta un 19% hasta los 1,51 euros y se revaloriza un 127% en los últimos 12 días
Bankia se ha convertido en el valor del verano. El banco, nacionalizado por un agujero patrimonial
de más de 3.500 millones, pendiente de una ampliación de capital de
12.000 millones y con la incertidumbre sobre su futuro y el impacto de
la recesión en su negocio, ha subido hasta un 127% desde los mínimos que
alcanzó hace tres semanas. Esta racha alcista, que va ya por su
undécima jornada consecutiva y que le ha permitido triplicar su
capitalización bursátil hasta los 3.016 millones de euros, ha cogido
fuerza en las últimas sesiones al calor de que la noticia de que los
fondos europeos que necesita para recapitalizarse y garantizar su
solvencia llegarán de forma urgente.
Así, si ayer subió un 24% en su mejor día desde que se estrenó en el parqué en julio de 2011, hoy ha llegado a repuntar otro 30%. Tras este pico, no obstante, ha moderado el repunte y al cierre se ha revalorizado un 19% y mañana, viernes, abrirá en 1,51 euros, aunque la explicación a semejante remontada parece escaparse a los analistas, que apuntan a la especulación y a un mercado sin referencias como los detonadores de las compras. Pese a ello, su opinión sigue siendo la de no entrar en el valor, salvo que se sea un amante del riesgo. Sin embargo, parece que abundan, ya que el volumen negociado con las acciones de Bankia este jueves está marcando máximos por encima, incluso, de los días de mayo en los que se desbordaron los problemas del grupo.
Fuentes del mercado indican que otro hecho que condiciona que los porcentajes de subidas sean superiores a lo que se considera normal es que, aunque el 51% de Bankia circula libremente en el mercado, el papel que está a la venta es limitado, lo que ayuda a impulsar su precio. Esto es así porque entre sus accionistas abundan los minoritarios con un perfil de ahorrador e inversor a largo plazo que no quiere vender teniendo en cuenta las pérdidas que esto les provocaría.
Para los que ya compraron acciones de Bankia en su salida a Bolsa, este formidable repunte no es ni de lejos suficiente como para enjugar las pérdidas que acumulan en estos 13 meses. La entidad empezó a cotizar a 3,75 euros con un gran número de pequeños ahorradores —que a la sazón también eran clientes de la entidad— entre sus accionistas. Pese al repunte de las últimas jornadas, las minusvalías de su inversión asciende al 58%. Asimismo, aunque vuelve a niveles de finales de mayo, aun está por debajo del precio que tenía antes de que la dimisión de su entonces presidente, Rodrigo Rato, precipitase la nacionalización del grupo a principios de aquel mes.
Para Nuria Álvarez, analista de Renta 4, “la entidad, como tal y en términos financieros, es un desastre, pero está nacionalizada, lo que asegura cierta continuidad”. “No obstante, de la misma manera que caía de manera desproporcionada —hasta que Caixabank concluyó su desinversión—, también veo exageradas las subidas, que tienen una parte especulativa”, reconoce al tiempo que desaconseja entrar en el valor, “salvo para los inversores con perfil especulador puro y duro y muy tendentes al riesgo”.
Desde MG Valores, Ramón Ortega, apunta a una combinación de dos factores para intentar explicar la subida. Por un lado, que la ayuda está cerca. Por otro, que hay inversores que apostaban por la caída del valor y tenían títulos prestados —de antes de que se prohibieran estas operaciones— que se han visto obligados a recomprarlos rápidamente ante la tendencia al alza que ha cogido Bankia, lo que les hacía perder dinero en caso de no deshacer sus posiciones. En este sentido, la racha positiva de la entidad empezó tras la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de no permitir estas operaciones. También, añade Ortega, “habrá algún que otro especulador”, aunque él lo tiene claro: “Yo no lo haría”, asegura tras reconocer que, en cualquier caso, el valor estaba “muy castigado”.
Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB, coincide en que la proximidad de los fondos europeos ayudó a desencadenar las compras. Ahora, añade, los inversores están a la espera de conocer cuál será el precio al que se fije la ampliación de capital prevista para Bankia por 12.000 millones, algo que deberá decidir Bruselas una vez el Banco de España apruebe el plan del actual equipo gestor para recapitalizarlo.
La inyección de este dinero, que se comerá buena parte de los 19.000 millones que solicitó José Ignacio Goirigolzarri y que el mercado considera como una cifra que está por encima de sus necesidades reales, tendría que elevar el valor contable de la acción, valora Rodríguez. En cualquier caso, no augura muchas más subidas con respecto al cierre del miércoles de 1,27 euros. Aunque, advierte, “siempre habrá tiburones que quieran entrar” en busca de beneficio rápido. En este sentido, el analista de XTB recuerda que, tras marcar un mínimo de 0,529 euros el 17 de julio, Bankia entró en la categoría de “valor en quiebra” en donde “siempre hay que sumar un cero” en los movimientos en el precio de los títulos.
Pese a que está luchando por deja atrás este nivel de valor en quiebra, la realidad es que el futuro que afronta Bankia es más que incierto. Desde el punto de su situación en Bolsa, la ampliación de capital prevista para final de año diluirá la inversión de los actuales accionistas y no repartirá dividendos durante un tiempo, ya que la normativa se lo impide al contar con unas muletas de 23.500 millones de dinero público.
En cuanto a que pasará con su negocio, el grupo debe afrontar un duro proceso de desanpalacamiento (reducir deuda), para lo que tendrá que vender activos con fuerza, y tratará de recuperar la confianza del mercado en un entorno de recesión y paro. Con este panorama, los analistas no dudan de que la falta de crédito y la crisis económica seguirán tirando a la baja de sus resultados, sobre todo cuando no se habla de un banco, si no de un grupo formado por siete antiguas cajas de ahorros, con las limitaciones que ello implica, vaticina fuentes del mercado que prefieren guardar el anonimato.
Así, si ayer subió un 24% en su mejor día desde que se estrenó en el parqué en julio de 2011, hoy ha llegado a repuntar otro 30%. Tras este pico, no obstante, ha moderado el repunte y al cierre se ha revalorizado un 19% y mañana, viernes, abrirá en 1,51 euros, aunque la explicación a semejante remontada parece escaparse a los analistas, que apuntan a la especulación y a un mercado sin referencias como los detonadores de las compras. Pese a ello, su opinión sigue siendo la de no entrar en el valor, salvo que se sea un amante del riesgo. Sin embargo, parece que abundan, ya que el volumen negociado con las acciones de Bankia este jueves está marcando máximos por encima, incluso, de los días de mayo en los que se desbordaron los problemas del grupo.
Fuentes del mercado indican que otro hecho que condiciona que los porcentajes de subidas sean superiores a lo que se considera normal es que, aunque el 51% de Bankia circula libremente en el mercado, el papel que está a la venta es limitado, lo que ayuda a impulsar su precio. Esto es así porque entre sus accionistas abundan los minoritarios con un perfil de ahorrador e inversor a largo plazo que no quiere vender teniendo en cuenta las pérdidas que esto les provocaría.
Para los que ya compraron acciones de Bankia en su salida a Bolsa, este formidable repunte no es ni de lejos suficiente como para enjugar las pérdidas que acumulan en estos 13 meses. La entidad empezó a cotizar a 3,75 euros con un gran número de pequeños ahorradores —que a la sazón también eran clientes de la entidad— entre sus accionistas. Pese al repunte de las últimas jornadas, las minusvalías de su inversión asciende al 58%. Asimismo, aunque vuelve a niveles de finales de mayo, aun está por debajo del precio que tenía antes de que la dimisión de su entonces presidente, Rodrigo Rato, precipitase la nacionalización del grupo a principios de aquel mes.
Para Nuria Álvarez, analista de Renta 4, “la entidad, como tal y en términos financieros, es un desastre, pero está nacionalizada, lo que asegura cierta continuidad”. “No obstante, de la misma manera que caía de manera desproporcionada —hasta que Caixabank concluyó su desinversión—, también veo exageradas las subidas, que tienen una parte especulativa”, reconoce al tiempo que desaconseja entrar en el valor, “salvo para los inversores con perfil especulador puro y duro y muy tendentes al riesgo”.
Desde MG Valores, Ramón Ortega, apunta a una combinación de dos factores para intentar explicar la subida. Por un lado, que la ayuda está cerca. Por otro, que hay inversores que apostaban por la caída del valor y tenían títulos prestados —de antes de que se prohibieran estas operaciones— que se han visto obligados a recomprarlos rápidamente ante la tendencia al alza que ha cogido Bankia, lo que les hacía perder dinero en caso de no deshacer sus posiciones. En este sentido, la racha positiva de la entidad empezó tras la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de no permitir estas operaciones. También, añade Ortega, “habrá algún que otro especulador”, aunque él lo tiene claro: “Yo no lo haría”, asegura tras reconocer que, en cualquier caso, el valor estaba “muy castigado”.
Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB, coincide en que la proximidad de los fondos europeos ayudó a desencadenar las compras. Ahora, añade, los inversores están a la espera de conocer cuál será el precio al que se fije la ampliación de capital prevista para Bankia por 12.000 millones, algo que deberá decidir Bruselas una vez el Banco de España apruebe el plan del actual equipo gestor para recapitalizarlo.
La inyección de este dinero, que se comerá buena parte de los 19.000 millones que solicitó José Ignacio Goirigolzarri y que el mercado considera como una cifra que está por encima de sus necesidades reales, tendría que elevar el valor contable de la acción, valora Rodríguez. En cualquier caso, no augura muchas más subidas con respecto al cierre del miércoles de 1,27 euros. Aunque, advierte, “siempre habrá tiburones que quieran entrar” en busca de beneficio rápido. En este sentido, el analista de XTB recuerda que, tras marcar un mínimo de 0,529 euros el 17 de julio, Bankia entró en la categoría de “valor en quiebra” en donde “siempre hay que sumar un cero” en los movimientos en el precio de los títulos.
Pese a que está luchando por deja atrás este nivel de valor en quiebra, la realidad es que el futuro que afronta Bankia es más que incierto. Desde el punto de su situación en Bolsa, la ampliación de capital prevista para final de año diluirá la inversión de los actuales accionistas y no repartirá dividendos durante un tiempo, ya que la normativa se lo impide al contar con unas muletas de 23.500 millones de dinero público.
En cuanto a que pasará con su negocio, el grupo debe afrontar un duro proceso de desanpalacamiento (reducir deuda), para lo que tendrá que vender activos con fuerza, y tratará de recuperar la confianza del mercado en un entorno de recesión y paro. Con este panorama, los analistas no dudan de que la falta de crédito y la crisis económica seguirán tirando a la baja de sus resultados, sobre todo cuando no se habla de un banco, si no de un grupo formado por siete antiguas cajas de ahorros, con las limitaciones que ello implica, vaticina fuentes del mercado que prefieren guardar el anonimato.
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