mercredi 16 janvier 2013


El banco central alemán retira todas sus reservas de oro depositadas en Francia

El Bundesbank anuncia que repatriará 474 toneladas de Nueva York y París

Justifica la decisión en que con el euro no es necesario mantener políticas de la Guerra Fría

La controversia sobre la situación de las reservas había llegado al Parlamento de Berlín

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Un agente del Bundesbank, con un lingote. / LISI NIESNER (REUTERS)
El banco central de Alemania, Bundesbank, ha anunciado este jueves que repatriará todo el oro que tiene depositado en París y una parte de las reservas que mantiene en las bodegas de la Reserva Federal de Nueva York desde los años de la Guerra Fría. En total, la medida supondrá la llegada a Alemania de 674 toneladas de oro, 374 desde Francia y 300 desde EE UU, aunque su traslado se llevará a cabo poco a poco, ya que está previsto que acabe en 2020. La decisión del antiguo emisor del marco ha tenido lugar después de las dudas surgidas en torno a la situación real del oro alemán depositado en otros países, controversia que llegó incluso al Parlamento de Berlín y motivó el envío de una misión oficial a la Gran Manzana, donde descansan presuntamente 1.500 toneladas de este metal precioso, para comprobar que sus lingotes seguían allí y en perfecto estado.
Sin embargo, el Bundesbank justifica en un comunicado que con la repatriación elevará la confianza en su propia economía sin perder la capacidad para cambiar cantidades de oro por otras divisas en un corto espacio de tiempo. Por este motivo, como Francia forma parte del euro, no tenía sentido seguir guardando reservas en París.
"Teniendo en cuenta que Francia, como Alemania, también tiene el euro como moneda nacional, el Bundesbank ya no tiene dependencia de París como centro financiero en el que cambiar el oro por divisas internacionales en las que sea necesario aumentar las reservas", argumenta el banco central alemán. Así, recuerda que hoy en día puede realizar este tipo de canje desde su propia sede, lo que hace que no tenga sentido seguir acumulando el metal precioso en el Banco Central de Francia.

El origen del oro de Alemania, el segundo país del mundo con mayores reservas por detrás de Estados Unidos, está en la rápida expansión que tuvo este país tras la II Guerra Mundial, lo que no hubiera sido posible sin el apoyo de Washington, y la decisión pactada en Breton Woods de hacer del dólar la moneda de referencia internacional y fijar su precio al metal precioso. Con ello, Alemania cobró en la divisa estadounidense sus exportaciones, dinero que convertía a su gusto y conveniencia en oro.Al final del proceso, que no afecta a las reservas localizadas en Londres, el Bundesbank tendrá en su sede de Fráncfort aproximadamente el 50% del oro que depositó lejos del país para mantenerlo alejado del imperio soviético. Actualmente, solo una tercera parte del total de las reservas en oro alemán están en Fráncfort. En total, se trata de unas 3.400 toneladas con un valor aproximado de 138.000 millones de euros. El 45% está en Nueva York.
Sin embargo, ahora, medio siglo después, no está claro a cuánto ascienden las reservas. La corte federal de auditores, organismo que supervisa la gestión financiera del Gobierno, llevó a cabo el pasado octubre una inspección oficial sobre el terreno del oro depositado en otros bancos centrales, ya que nunca habían sido calculadas. Eso sí, el Bundesbank ha asegurado que no se va a dedicar a contar y pesar lingotes, sino que chequeará las anotaciones y las pólizas de seguro que cubren sus reservas y que están en poder de sus homólogos de EE UU, Reino Unido y Francia.
"El oro es importante para crear confianza en la divisa y en la economía y en el poder de nuestro país", ha reconocido ante los periodistas Carl-Ludwig Thiele, consejero del Bundesban

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