El (pequeño) gran milagro del millón de turistas rusos en España
Los viajeros procedentes de Rusia crecen más del 40% durante el pasado año
El gsato por visitante es muy alto, pero su peso en el sector, aún reducido
El turismo es uno de los pocos sectores que todavía permitieron en
2012 hacer algún anuncio optimista al Gobierno. Las visitas de
extranjeros han crecido todo el año —a finales del ejercicio los
crecimientos fueron más contenidos— y el gasto medio de los que llegaron
también aumentó por regla general en todo 2012. Sin embargo, mes tras
mes, hubo un grupo que batió los récords: los turistas rusos. Sus
llegadas han crecido a doble dígito. Entre enero y noviembre aterrizaron
un 42% más de visitantes rusos que en el mismo periodo del año
anterior. Y sus gastos casi doblan los del turista extranjero medio. Por
primera vez en la historia, este año se supera el millón de turistas
rusos. Sin embargo, el fenómeno, aunque llamativo, es todavía un milagro
pequeño, ya que por cada turista que llega de Rusia, 13 visitan España
desde Reino Unido.
Entre enero y noviembre de 2012 llegaron a España 1,17 millones de turistas rusos, según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. La cifra ya es superior a la de todo 2011 (diciembre incluido), casi duplica la de todo 2010 (ese año hubo 605.276 visitantes rusos) y es cuatro veces mayor que la de los 12 meses de 2007. El impulso de los operadores turísticos rusos, las mejoras en la tramitación de visados para entrar en España desde ese país y la potente campaña de promoción que han realizado en Moscú y otras capitales las oficinas de turismo de España (y de algunas comunidades como Cataluña), han servido de catalizador. España se ha convertido en un destino cada vez más atractivo para los rusos. En octubre el impulso con respecto a un año antes fue del 62% y en noviembre, del 48%.
También han influido las mejores conexiones aéreas con el país. A los vuelos desde Madrid o Barcelona de compañías como Lufthansa o Swissair se han ido sumando aerolíneas como Vueling, que ofrece, entre otras, conexiones directas entre Moscú y Barcelona, Alicante, Ibiza o Mallorca. Además, operadores rusos como Natali Tours ofrecen paquetes de viaje para esquí o compras en Cataluña o Andalucía.
El problema es que el boom de los rusos, en el cómputo total del turismo está todavía lejos de ser un pilar que pueda sostener todo el sector si otros mercados flaquean. Los 45.247 turistas de este país que visitaron España en noviembre son solo un 1,5% de todos tres millones de visitantes extranjeros que recibió ese mismo mes el país. Entre enero y noviembre llegaron 55 millones de turistas foráneos, de los cuales 1,17 millones eran rusos, es decir, el 2,1%.
Los graneros del turismo en España son todavía los mercados europeos tradicionales. Entre enero y noviembre llegaron más de 13 millones de turistas desde Reino Unido, casi nueve millones desde Alemania, 8,5 millones desde Francia y 3,4 millones desde Italia. De hecho, solo en noviembre llegaron 11 veces más alemanes que rusos. Por eso, mientras que una subida en el turismo desde Moscú o San Petersburgo, aunque positiva, desvía poco las estadísticas anuales, una caída de las visitas británicas hace tambalearse a los hoteles y los restaurantes. Por suerte, este año esos mercados clásicos también se han mantenido: en los 11 primeros meses del año llegaron más o menos los mismos británicos que en el mismo periodo del año anterior, pero el número de alemanes creció el 3,9% y el de franceses un 7%.
Aun así, incluso aunque en número son menos que estos turistas más tradicionales, los rusos aportan algo muy valioso para el sector: gastan más. El mes pasado, según datos de Egatur, su dispendio medio por viaje era de 1.600 euros. Para ese mismo mes, la media de todas las nacionalidades fue de 988 euros. Los británicos se gastaron 807 euros y los franceses, que por la proximidad suelen hacer viajes más cortos, 562 euros. Al ritmo que crecían las llegadas desde Rusia, también lo han hecho sus gastos: su desembolso medio por viaje era en 2009 de 1.075 euros, un 48% por debajo de lo que gastaron el mes pasado.
Entre enero y noviembre de 2012 llegaron a España 1,17 millones de turistas rusos, según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. La cifra ya es superior a la de todo 2011 (diciembre incluido), casi duplica la de todo 2010 (ese año hubo 605.276 visitantes rusos) y es cuatro veces mayor que la de los 12 meses de 2007. El impulso de los operadores turísticos rusos, las mejoras en la tramitación de visados para entrar en España desde ese país y la potente campaña de promoción que han realizado en Moscú y otras capitales las oficinas de turismo de España (y de algunas comunidades como Cataluña), han servido de catalizador. España se ha convertido en un destino cada vez más atractivo para los rusos. En octubre el impulso con respecto a un año antes fue del 62% y en noviembre, del 48%.
También han influido las mejores conexiones aéreas con el país. A los vuelos desde Madrid o Barcelona de compañías como Lufthansa o Swissair se han ido sumando aerolíneas como Vueling, que ofrece, entre otras, conexiones directas entre Moscú y Barcelona, Alicante, Ibiza o Mallorca. Además, operadores rusos como Natali Tours ofrecen paquetes de viaje para esquí o compras en Cataluña o Andalucía.
El problema es que el boom de los rusos, en el cómputo total del turismo está todavía lejos de ser un pilar que pueda sostener todo el sector si otros mercados flaquean. Los 45.247 turistas de este país que visitaron España en noviembre son solo un 1,5% de todos tres millones de visitantes extranjeros que recibió ese mismo mes el país. Entre enero y noviembre llegaron 55 millones de turistas foráneos, de los cuales 1,17 millones eran rusos, es decir, el 2,1%.
Los graneros del turismo en España son todavía los mercados europeos tradicionales. Entre enero y noviembre llegaron más de 13 millones de turistas desde Reino Unido, casi nueve millones desde Alemania, 8,5 millones desde Francia y 3,4 millones desde Italia. De hecho, solo en noviembre llegaron 11 veces más alemanes que rusos. Por eso, mientras que una subida en el turismo desde Moscú o San Petersburgo, aunque positiva, desvía poco las estadísticas anuales, una caída de las visitas británicas hace tambalearse a los hoteles y los restaurantes. Por suerte, este año esos mercados clásicos también se han mantenido: en los 11 primeros meses del año llegaron más o menos los mismos británicos que en el mismo periodo del año anterior, pero el número de alemanes creció el 3,9% y el de franceses un 7%.
Aun así, incluso aunque en número son menos que estos turistas más tradicionales, los rusos aportan algo muy valioso para el sector: gastan más. El mes pasado, según datos de Egatur, su dispendio medio por viaje era de 1.600 euros. Para ese mismo mes, la media de todas las nacionalidades fue de 988 euros. Los británicos se gastaron 807 euros y los franceses, que por la proximidad suelen hacer viajes más cortos, 562 euros. Al ritmo que crecían las llegadas desde Rusia, también lo han hecho sus gastos: su desembolso medio por viaje era en 2009 de 1.075 euros, un 48% por debajo de lo que gastaron el mes pasado.
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