mercredi 19 décembre 2012

La visión está sostenida en la generación de soluciones inteligentes.

Rajoy dice que no tiene claro que un rescate suponga “mejor financiación”

Rajoy se lamenta del “ritmo desesperadamente lento” de la UE

Rubalcaba le reprocha que pacte con Bruselas tocar las pensiones

PNV y CiU le piden que solicite la ayuda para bajar la prima de riesgo y dar liquidez


Foto: Uly Martín

Mariano Rajoy celebró este miércoles el primer aniversario de su investidura con una de las actividades que menos ha repetido en los últimos 12 meses: comparecer en el Congreso. El presidente del Gobierno solo acude a la Cámara por imperativo legal; es decir, lo imprescindible para no incumplir la ley, y este miércoles lo hizo para pasar el trámite acumulado de dar cuenta de los resultados de las dos últimas cumbres europeas.
Como sus presencias se espacian el máximo posible, cuenta con la ventaja de poder dedicar gran parte del tiempo de debate a Europa, de tal forma que hace imposible que el resto de partidos puedan meter con calzador las críticas a su gestión y las preguntas concretas sobre su mandato. El PP ha frenado ya una veintena de peticiones de todos los grupos para que Rajoy comparezca para hablar de la crisis y explicar sus decisiones. Las cuestiones quedan en el aire porque, en el mejor de los casos, no habrá debate sobre el estado de la nación hasta verano de 2013, 18 meses después de la investidura del presidente. Quedan en el aire también porque Rajoy puede repetir el patrón que sí ha sido una constante durante este año: la reiteración de frases con doble significado o que tienen un significado obvio.
En esta última categoría entran las del tipo “haré lo mejor para los intereses de los ciudadanos”, en referencia a la petición de rescate, como si fuera imaginable que dijera lo contrario. O las irrebatibles, como “se podría haber hecho más, pero también se podría haber hecho menos”, que le sirvió para explicar por qué dijo estar “muy contento” con las conclusiones del último Consejo Europeo. Y en la primera categoría entran las que reiteró para explicar por qué no ha pedido el rescate a la Unión Europea: “Hemos tomado la decisión de no pedirlo y eso es una decisión” y “no he pedido el rescate porque no tengo claro que eso vaya a significar una financiación mejor”. Escuchado hasta ahí, da la impresión de que descarta la petición, pero como a continuación añadió que “eso no significa que en el futuro no tomemos la decisión de pedirlo”, mantuvo la duda. Solo cuando Aitor Esteban (PNV), Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Rosa Díez (UPyD) le insistieron en la pregunta, dio a entender que según sus cálculos la petición de rescate no aliviaría la presión sobre la deuda española ni haría bajar la prima de riesgo.
“¿Puede usted garantizar que la prima bajaría a 250 puntos? ¿Se dice en algún papel o documento?”, le preguntó de forma retórica a Esteban para dejar claro que él considera que no sería positiva para España la petición de rescate. Esteban había abogado por el rescate, convencido de que habría ayudado a rebajar la prima de riesgo, que, por ejemplo, de estar próxima a los 250 puntos básicos habría supuesto un ahorro ya de 4.500 millones de euros.
Tanto Esteban, que se estrenaba como portavoz del PNV tras la marcha de Josu Erkoreka al Gobierno vasco, como Duran sí le hicieron ver que sería positiva para la economía española la inyección de fondos que supondría la petición de rescate.
Solo se compromete a no tocar las pensiones antes de final de año
Rajoy llegó a la Cámara muy satisfecho de los pasos que va dando la Unión Europea porque, según dijo, van en la dirección correcta para España. Su único reproche es que las decisiones se toman en Bruselas “con un ritmo desesperadamente lento”. “Viene a mi memoria una frase que pronuncié en esta Cámara hace unos meses, parafraseando a Galileo Galilei: ‘Y sin embargo se mueve”, resumió. Su pormenorizado discurso sobre Europa le sirvió como burladero para no tener que responder a las alusiones de la oposición a incumplimientos de su discurso de investidura de hace un año. Solo ante la reiteración de Rosa Díez, aseguró que antes de final de año no tomará más decisiones sobre las pensiones. No dijo nada de la decisión de no actualizarlas según el IPC final.
Tras ese discurso de la integración europea, rehuyó también responder a los emplazamientos de la portavoz de UPyD para definirse sobre la deriva soberanista de Cataluña o, en sentido contrario, de Alfred Bosch (ERC) para comprometerse a respetar el resultado de una consulta independentista. El presidente del Gobierno se limitó a decir que en todo el mundo, incluida Europa, la tendencia es a la integración, no a la segregación.
Frente a su optimismo y satisfacción, todos los demás grupos discutieron las conclusiones de la cumbre, porque ha quedado fuera el control por el Banco Central Europeo del equivalente alemán de las cajas de ahorros. También por la falta de explicación de las condiciones que exige Bruselas y por la política de recortes en lugar de la de crecimiento. El líder de la oposición y del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuestionó los resultados europeos para España, por ejemplo, en la supervisión bancaria, porque se produce un déficit democrático al olvidar el control parlamentario del Banco Central Europeo, que ahora sí existe para el Banco de España.
También acusó a Rajoy de pactar un “mini memorándum” que incluye tocar las pensiones a cambio de mejoras en el presupuesto. Según Rubalcaba, el trato ha sido: “A cambio de que hagáis lo que yo diga, os pongo un poco de dinero encima de la mesa”.
“Pelee usted sin descanso y busque el dinero debajo de las piedras”, le dijo al presidente, recordando una frase que el propio Rajoy le dijo a José Luis Rodríguez Zapatero desde la oposición tras una cumbre europea. Quiso meter también el argumento de la crítica a la amnistía fiscal, pero con este formato de debate, Rajoy ni siquiera consideró la posibilidad de replicarle.
Hasta mediados de febrero no volverá Rajoy a intervenir en el Congreso.

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