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La presidenta de Brasil anuncia que quiere construir 800 aeropuertos
Rousseff quiere infraestructuras aéreas en ciudades de más de 100.000 habitantes
Agencias
París
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Brasilia
12 DIC 2012 - 21:04 CET176
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado este miércoles que el país pretende construir al menos 800 aeropuertos regionales en el país, según ha asegurado en un seminario con empresarios franceses en París. "Las cifras en Brasil son enormes. Tenemos intención de construir alrededor de 800 aeropuertos, o más. Será en ciudades de más de 100.000 habitantes", aseguró Rousseff, en respuesta a las preguntas que realizaron empresarios que acudieron a unas jornadas de la patronal francesa.
"Brasil es un país continental, no sólo tiene ferrocarriles. Y hay gente en Brasil que no pueden moverse en avión. Queremos que todas las ciudades con más de 100.000 habitantes tengan acceso a un aeropuerto que esté a una distancia máxima de 50 o 60 kilómetros del centro", señaló la presidenta, que considera que esta es "una necesidad importante para el crecimiento del país".
El país, con 194 millones de habitantes, tiene como objetivo mejorar su anticuada infraestructura y el transporte inadecuado. La página de la Empresa Brasileña de Infraestructuras Aeroportuarias recoge la existencia de 66 aeropuertos comerciales en funcionamiento, que entre enero y septiembre habían utilizado 144 millones de pasajeros, 130 millones de ellos para vuelos domésticos. España, con una población cuatro veces menor, tiene en la red de estatal de AENA 46 aeropuertos.
Brasil necesita modernizar sus aeropuertos y toda su red de transporte para la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. Rousseff ha aprovechado una visita a París para vender Brasil como país de oportunidades y, en un discurso ante empresarios, ha enarbolado las mejoras en vías férreas, puertos y aeropuertos como elemento clave para facilitar la movilidad y la comunicación. Ha asegurado que su Gobierno trabaja para rebajar los costes de producción de las empresas que invierten en el país. "Queremos una economía sin burocracia y estamos empeñados en resolver también los obstáculos históricos de nuestra infraestructura, obstáculos que vienen de 20 años de políticas exclusivas de austeridad", ha defendido.
La ministra explicó que el número de pasajeros en vuelos internos crece a un ritmo del 12% al año, lo que obliga al Gobierno a "resolver el problema ya". "En este proceso de reducción de desigualdades, la población pobre está comenzando a cambiar el autobús por el avión", dijo la ministra, que garantizó que ya se está tomando "un conjunto grande de medidas" para optimizar las infraestructuras actuales.
El Gobierno está invirtiendo en la "profesionalización" de la mano de obra de Infraero, el operador aeroportuario, y además está tomando medidas para mejorar el proceso de embarque, desembarque y facturación, según la ministra. "Tenemos grasa para quemar con la actual estructura, que puede ser potenciada para su uso inmediato", aseguró Belchior.
"Brasil es un país continental, no sólo tiene ferrocarriles. Y hay gente en Brasil que no pueden moverse en avión. Queremos que todas las ciudades con más de 100.000 habitantes tengan acceso a un aeropuerto que esté a una distancia máxima de 50 o 60 kilómetros del centro", señaló la presidenta, que considera que esta es "una necesidad importante para el crecimiento del país".
El país, con 194 millones de habitantes, tiene como objetivo mejorar su anticuada infraestructura y el transporte inadecuado. La página de la Empresa Brasileña de Infraestructuras Aeroportuarias recoge la existencia de 66 aeropuertos comerciales en funcionamiento, que entre enero y septiembre habían utilizado 144 millones de pasajeros, 130 millones de ellos para vuelos domésticos. España, con una población cuatro veces menor, tiene en la red de estatal de AENA 46 aeropuertos.
Brasil necesita modernizar sus aeropuertos y toda su red de transporte para la Copa Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. Rousseff ha aprovechado una visita a París para vender Brasil como país de oportunidades y, en un discurso ante empresarios, ha enarbolado las mejoras en vías férreas, puertos y aeropuertos como elemento clave para facilitar la movilidad y la comunicación. Ha asegurado que su Gobierno trabaja para rebajar los costes de producción de las empresas que invierten en el país. "Queremos una economía sin burocracia y estamos empeñados en resolver también los obstáculos históricos de nuestra infraestructura, obstáculos que vienen de 20 años de políticas exclusivas de austeridad", ha defendido.
Para el Mundial y para la población local
Las llamativas declaraciones coinciden con las palabras también hoy de la ministra de Planificación, Miriam Belchior, que ha asegurado que la reforma de los aeropuertos de este país latinoamericano es un "desafío" que no puede esperar al Mundial de fútbol de 2014. "Nuestro desafío no es el Mundial, es hoy, es atender nuestra demanda actual", dijo Belchior en una rueda de prensa con periodistas extranjeros.La ministra explicó que el número de pasajeros en vuelos internos crece a un ritmo del 12% al año, lo que obliga al Gobierno a "resolver el problema ya". "En este proceso de reducción de desigualdades, la población pobre está comenzando a cambiar el autobús por el avión", dijo la ministra, que garantizó que ya se está tomando "un conjunto grande de medidas" para optimizar las infraestructuras actuales.
El Gobierno está invirtiendo en la "profesionalización" de la mano de obra de Infraero, el operador aeroportuario, y además está tomando medidas para mejorar el proceso de embarque, desembarque y facturación, según la ministra. "Tenemos grasa para quemar con la actual estructura, que puede ser potenciada para su uso inmediato", aseguró Belchior.
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