mercredi 27 février 2013



Francia reclama un cambio de modelo en Europa tras las elecciones italianas

El Elíseo cree que el voto en Italia refuerza la estrategia de Hollande por el crecimiento

Asistentes a la Feria de Agricultura de París fotografían al presidente, durante la inauguración, el pasado 23 de febrero. / MIGUEL MEDINA (AFP)
La rebelión ciudadana contra la corrupción de la casta política y contra las recetas ultraliberales dictadas por Bruselas y Berlín ha inundado el Parlamento italiano. El histórico resultado del Movimiento 5 Estrellas, que recibe 8,6 millones de votos -mientras Silvio Berlusconi pierde 6 millones respecto a 2008 y el Partido Democrático se deja 4,5 millones-, es toda una novedad en Europa. El partido más votado en la Cámara, que hace añicos el sistema de poder surgido del macroproceso Manos Limpias, preconiza un referéndum sobre el euro y cuestiona las políticas de austeridad. Sus 109 diputados y 54 senadores tienen ahora la llave de las reformas en Italia y serán cruciales para el futuro de Europa.
Francia, el gran socio comercial de Italia, y su espejo y modelo en tantas cosas, ha recibido los resultados con respeto absoluto y mucha tranquilidad. Un portavoz del Elíseo explica a este diario que el presidente de la República solo valorará los resultados, como es costumbre, cuando se haya nombrado un nuevo primer ministro, pero avanza que el complejo desenlace electoral “refuerza la estrategia de François Hollande y su idea de que la austeridad sin crecimiento erosiona la confianza de los ciudadanos en el proyecto europeo”.

A la vez, el asesor de Hollande niega que esto suponga un choque frontal con las políticas que propugna Angela Merkel: “Desde que era candidato, Hollande ha defendido que es crucial poner el crecimiento en el centro de la agenda y ha dicho lo mismo en todos los Consejos europeos celebrados desde junio. Hemos intentado generar una nueva dinámica con Italia, con España y con Alemania, y el discurso de Berlín ha evolucionado y se ha acercado a las posiciones francesas. Seguimos queriendo impulsar esa nueva dinámica”.Sin decirlo de forma explícita, para no escocer a Alemania ni a Bruselas, París analiza el fragmentario voto de los italianos como una seria llamada de atención contra las recetas económicas que han profundizado la recesión europea. El Elíseo apela a la vigencia del reciente discurso de Hollande ante el Parlamento europeo: “El crecimiento debe ser el corazón de la estrategia, debemos ahorrar y equilibrar las cuentas sin debilitar la economía. Demasiada austeridad solo conduce a menos actividad y a más desempleo, y por tanto a la desesperación de los ciudadanos. Italia confirma esa visión: tenemos que impulsar la construcción europea y crear un nuevo modelo social y económico”.
Lejos de la postura del Gobierno alemán y español, que han comentado con preocupación los resultados de las legislativas italianas, la posición del Gobierno francés es de “respeto absoluto al voto soberano”, según explicó Arnaud Montebourg, el ministro de Recuperación Industrial, al poco de conocerse los resultados. El portavoz del ministro de Exteriores reafirmó esa actitud, y añadió que hasta que no haya un Gobierno constituido no podrá valorar si su línea es diferente a la del anterior Ejecutivo.

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