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Bancos centrales, el FMI y la EBA supervisarán la auditoría a la banca
Sus representantes formarán parte del comité que vigile los trabajos
Economía espera que el examen gane credibilidad si participan junto al BCE
Organismos internacionales y bancos centrales extranjeros supervisarán la evaluación del sistema financiero español,
según fuentes del sector. Sus representantes formarán parte del comité
de asesoramiento y supervisión que se creará para dirigir los trabajos
de los consultores y auditores independientes contratados por Economía y
el Banco de España. Aunque, según fuentes oficiales, la composición de
ese comité no está cerrada, lo que se está planteando es que estén
representados organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la
Autoridad Bancaria Europea (EBA) y algunos bancos centrales de países
de la zona euro, según fuentes al tanto del proceso, aunque alguno de
ellos podía quedar finalmente fuera. Además, también estaría presente el
Banco Central Europeo (BCE), que “mostró su interés” en tomar parte en
el proceso, según dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, la
semana pasada.
El objetivo por parte de Economía es que el examen a la banca gane credibilidad internacional al contar con esa amplia supervisión de organismos internacionales. Hasta ahora, las pruebas de resistencia europeas, los trabajos del informe de estabilidad financiera del FMI y la propia supervisión del banco de España no han sido capaces de despejar las dudas sobre el sector financiero español. Pero nada garantiza que el trabajo de un pequeño grupo de consultores y auditores independientes vaya a restaurar la confianza.
Fuentes del sector creen que si el resultado es una cifra baja de necesidades de saneamiento, no sería muy creíble y si es demasiado alta, tampoco generaría confianza. La virtud estaría en un punto intermedio que fuera asumible por el Estado en caso de necesidad sin dañar excesivamente su solvencia. Pero, a la vez, cualquier cifra tendrá más valor si cuenta con el aval implícito de un comité en que estén representados organismos internacionales y otros bancos centrales.
En algunos bancos también tienen dudas de que vayan a cuadrar las cifras resultantes de los dos enfoques del examen. En primer lugar, se realizará una evaluación rápida general por parte de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger que realizarán una especie de prueba de resistencia o test de estrés, básicamente con los datos que facilite el Banco de España y sin trabajo de campo entidad por entidad. Es lo que se conoce en el argot como un análisis de arriba abajo (top-down). El resultado se conocerá en un mes, aproximadamente.
Las favoritas para ese segundo proceso son las grandes empresas de auditoría internacionales, las conocidas como big four o cuatro grandes: PwC, KPMG, Ernst & Young y Deloitte. No se descarta incluso que se contrate a las cuatro, en lugar de a tres. Lo curioso es que son esas mismas auditoras las que han certificado cada año las cuentas de todas las entidades, sin ningún tipo de salvedad en la mayoría de los casos.
El comité de supervisión y asesoramiento del que formarán parte representantes de organismos internacionales y de bancos centrales europeos estará presidido por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre. El vicepresidente será el subgobernador del Banco de España, Francisco Javier Aríztegui, y la secretaría corresponderá también al Banco de España.
Por otro lado, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, reclamó ayer una “profunda reestructuración” de parte del sistema financiero español y pidió afrontar “contundentemente el legado de la burbuja inmobiliaria”, informa Efe.
El objetivo por parte de Economía es que el examen a la banca gane credibilidad internacional al contar con esa amplia supervisión de organismos internacionales. Hasta ahora, las pruebas de resistencia europeas, los trabajos del informe de estabilidad financiera del FMI y la propia supervisión del banco de España no han sido capaces de despejar las dudas sobre el sector financiero español. Pero nada garantiza que el trabajo de un pequeño grupo de consultores y auditores independientes vaya a restaurar la confianza.
Fuentes del sector creen que si el resultado es una cifra baja de necesidades de saneamiento, no sería muy creíble y si es demasiado alta, tampoco generaría confianza. La virtud estaría en un punto intermedio que fuera asumible por el Estado en caso de necesidad sin dañar excesivamente su solvencia. Pero, a la vez, cualquier cifra tendrá más valor si cuenta con el aval implícito de un comité en que estén representados organismos internacionales y otros bancos centrales.
En algunos bancos también tienen dudas de que vayan a cuadrar las cifras resultantes de los dos enfoques del examen. En primer lugar, se realizará una evaluación rápida general por parte de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger que realizarán una especie de prueba de resistencia o test de estrés, básicamente con los datos que facilite el Banco de España y sin trabajo de campo entidad por entidad. Es lo que se conoce en el argot como un análisis de arriba abajo (top-down). El resultado se conocerá en un mes, aproximadamente.
Tres auditoras para la morosidad
A continuación, tres auditoras aún por seleccionar realizarán un examen entidad por entidad muy centrado en aflorar la morosidad oculta, es decir, en comprobar que las entidades contabilizan adecuadamente el deterioro de sus activos y dotan las provisiones exigidas. Este análisis de abajo arriba (bottom-up, en el argot) es individualizado y hay duda sobre si sus resultados, por un lado, coincidirán con los del primer examen y, por otro, si se harán públicos. Los trabajos se demorarán varios meses y no estarán concluidos hasta después del verano.Las favoritas para ese segundo proceso son las grandes empresas de auditoría internacionales, las conocidas como big four o cuatro grandes: PwC, KPMG, Ernst & Young y Deloitte. No se descarta incluso que se contrate a las cuatro, en lugar de a tres. Lo curioso es que son esas mismas auditoras las que han certificado cada año las cuentas de todas las entidades, sin ningún tipo de salvedad en la mayoría de los casos.
El comité de supervisión y asesoramiento del que formarán parte representantes de organismos internacionales y de bancos centrales europeos estará presidido por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre. El vicepresidente será el subgobernador del Banco de España, Francisco Javier Aríztegui, y la secretaría corresponderá también al Banco de España.
Por otro lado, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, reclamó ayer una “profunda reestructuración” de parte del sistema financiero español y pidió afrontar “contundentemente el legado de la burbuja inmobiliaria”, informa Efe.
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