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El BCE exige a España e Italia que pidan el rescate para iniciar la compra de bonos
El plan de Draghi desata la euforia en la Bolsa y rebaja otros 46 puntos la prima de riesgo
Los países tienen que activar antes el fondo de rescate y habrá "condicionalidad estricta"
Las compras serán de títulos de 1 a tres años y se retirará la liquidez inyectada
"El euro es irreversible", asegura el presidente del BCE
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha anunciado este jueves en rueda de prensa un plan para la compra ilimitada de bonos de los países periféricos
que servirá de salvavidas para la financiación de España e Italia. Sin
embargo, los países deben antes tener lista la actuación de los fondos
de rescate con una "condicionalidad estricta". Quien quiera compra de
bonos del BCE, debe pedir antes un rescate a sus socios europeos que
ponga las condiciones. Y si un país se sale del camino marcado, el BCE
no solo dejaría de comprar, sino que incluso podría vender los bonos en
su cartera.
El nuevo plan ya ha empezado a surtir efectos incluso antes de ser tratado por el Consejo del BCE. La prima de riesgo de España ha caído con fuerza desde los máximos de 638 puntos de la segunda quincena de julio. La rebaja de las rentabilidades exigidas a la deuda española ha sido más acusada en los vencimientos más cortos, hasta tres años, pues esos son los títulos en los que se concentrarán las operaciones del banco emisor. Hoy, el Ibex 35 ha subido un 4,91% y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 450 puntos básicos.
Con el nuevo plan, Draghi mete presión a España e Italia para que pidan el rescate. Sin embargo, la gran paradoja podría ser que en caso de resultar creíble la amenaza de actuación ilimitada del BCE, las tensiones en el mercado se relajaran, los países con problemas lograran financiarse directamente a costes sostenibles y acabasen no necesitando ni las compras del BCE ni el rescate de sus socios europeos. esa es la gran carambola por la que suspira el Gobierno de Mariano Rajoy. De momento, lo que es indudable es que Rajoy gana tiempo para negociar un posible rescate.
Hará falta que los países como España o Italia pidan un rescate completo o parcial (la línea precautoria mejorada), dos de las fórmulas de rescate al alcance de los países. El BCE solo llevará a cabo las llamadas "transacciones monetarias directas" si los países cumplen estrictamente las condiciones que les impongan los socios europeos en los memorandos que regulen las condiciones del rescate.
El BCE ha dado por boca de Draghi y a través de un comunicado los detalles sobre su decisión. Las compras serán de bonos de 1 a 3 años de vencimiento y no se establecen límites de cantidad a priori. "La cantidad será la adecuada para lograr nuestros objetivos", ha señalado Draghi en un frase calcada a la que pronunció hace un mes. Además, el BCE renuncia a su condición de acreedor preferente, algo que asustaba a los inversores. Por otro lado, la liquidez creada por estas transacciones monetarias directas se esterilizará, es decir, se retirará una cantidad de liquidez equivalente a la compra de bonos, como se hacía con el anterior programa. Para dar transparencia a las operaciones, el volumen global de operaciones se publicará de forma semanal y se dará un desglose por países semanalmente. Las compras podrán extenderse a otros países que ya están rescatados, como Irlanda y Portugal, en la medida en que recuperen sus acceso a los mercados.
Draghi ha explicado en rueda de prensa los detalles y ha señalado que la compra de bonos se realiza para garantizar la transmisión de la política monetaria a la economía real. Las compras de bonos pretenden también combatir las dudas sobre la irreversibilidad del euro. "El euro es irreversible", ha declarado contundente el presidente del BCE. "Los temores infundados sobre la irreversibilidad del euro son eso, temores infundados", ha añadido en la ronda de preguntas.
Draghi asegura que con ello está cumpliendo estrictamente su mandato y actuando con independencia. Los Gobiernos deben estar listos para activar los fondos de rescate en paralelo a las compras de bonos, con una "estricta condicionalidad". Señala que las compras en el mercado secundario no suponen financiación directa de los Estados, como sí lo serían en el mercado primario, esto es, en las emisiones. Estas posibles compras en el mercado primario correrían de lado del fondo de rescate.
El anterior programa de compra de bonos queda extinguido. El BCE mantendrá los títulos hasta su vencimiento, según ha anunciado Draghi en la rueda de prensa.
España ha aprovechado la mejora de las condiciones de mercado para colocar hoy 3.500 millones de euros en títulos de deuda con una fuerte rebaja sobre los tipos de interés pagados en anteriores subastas.
La rueda de prensa de Draghi en la que explica las decisisones del Consejo del BCE se produce en paralelo a la rueda de prensa conjunta del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la canciller alemana, Angela Merkel, en Madrid, en la que han tratado también los problemas de la zona euro y, en particular, la posibilidad de que España solicite un nuevo rescate a sus socios europeos.
El BCE ya estuvo comprando deuda de los países periféricos desde mayo de 2010 y empezó a comprar deuda española e italiana en agosto de 2011. Sin embargo, detuvo esas compras a comienzos de este año, pues prefirió dar financiación sin límite a tres años a los bancos para que ellos comprasen deuda. Eso, sin embargo, ha agravado el círculo vicioso entre la deuda soberana y la solvencia de las entidades financieras y solo sirvió de alivio temporal para España e Italia. El viejo programa de compra de bonos estaba en teoría vivo, pero inactivo. Hoy ha quedado cancelado definitivamente.
Por eso, ahora, el BCE ha vuelto a plantearse la compra de deuda, aunque con algunas condiciones para vencer las resistencias de Alemania y otros países, que consideran que la vigilancia de la inflación debe ser la tarea casi exclusiva del BCE. De hecho, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha votado en contra de las decisiones del BCE. Draghi ha dicho que la decisión ha sido "casi unánime", pero que un miembro del consejo ha votado en contra.
Posteriormente, el Bundesbank ha expresado abiertamente su rechazo a la decisión tomada por el BCE, pues considera que la compra de bonos debe ser solo una solución de emergencia y que es una forma de financiación monetaria de los Estados.
En cambio, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha aplaudido claramente la decisión del BCE. El FMI se ha mostrado dispuesto a colaborar en el papel de diseño y supervisión de los nuevos rescates que puedan dar lugar a las compras de bonos.
A finales de julio pasado, Draghi aseguró que el BCE haría "todo lo que fuera necesario" para salvar el euro. "Y créanme, será suficiente", apostilló, aflojando la insostenible presión que había entonces sobre la deuda española e italiana.
El Banco Central Europeo también ha relajado las normas sobre garantías para que los bancos pidan liquidez, lo que permite que tengan una situación de tesorería más holgadas. Pero, además, la relajación será mayor para los países que estén sujetos a un rescate, lo que también empuja a España a solicitarlo.
El nuevo plan ya ha empezado a surtir efectos incluso antes de ser tratado por el Consejo del BCE. La prima de riesgo de España ha caído con fuerza desde los máximos de 638 puntos de la segunda quincena de julio. La rebaja de las rentabilidades exigidas a la deuda española ha sido más acusada en los vencimientos más cortos, hasta tres años, pues esos son los títulos en los que se concentrarán las operaciones del banco emisor. Hoy, el Ibex 35 ha subido un 4,91% y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 450 puntos básicos.
Con el nuevo plan, Draghi mete presión a España e Italia para que pidan el rescate. Sin embargo, la gran paradoja podría ser que en caso de resultar creíble la amenaza de actuación ilimitada del BCE, las tensiones en el mercado se relajaran, los países con problemas lograran financiarse directamente a costes sostenibles y acabasen no necesitando ni las compras del BCE ni el rescate de sus socios europeos. esa es la gran carambola por la que suspira el Gobierno de Mariano Rajoy. De momento, lo que es indudable es que Rajoy gana tiempo para negociar un posible rescate.
Hará falta que los países como España o Italia pidan un rescate completo o parcial (la línea precautoria mejorada), dos de las fórmulas de rescate al alcance de los países. El BCE solo llevará a cabo las llamadas "transacciones monetarias directas" si los países cumplen estrictamente las condiciones que les impongan los socios europeos en los memorandos que regulen las condiciones del rescate.
El BCE ha dado por boca de Draghi y a través de un comunicado los detalles sobre su decisión. Las compras serán de bonos de 1 a 3 años de vencimiento y no se establecen límites de cantidad a priori. "La cantidad será la adecuada para lograr nuestros objetivos", ha señalado Draghi en un frase calcada a la que pronunció hace un mes. Además, el BCE renuncia a su condición de acreedor preferente, algo que asustaba a los inversores. Por otro lado, la liquidez creada por estas transacciones monetarias directas se esterilizará, es decir, se retirará una cantidad de liquidez equivalente a la compra de bonos, como se hacía con el anterior programa. Para dar transparencia a las operaciones, el volumen global de operaciones se publicará de forma semanal y se dará un desglose por países semanalmente. Las compras podrán extenderse a otros países que ya están rescatados, como Irlanda y Portugal, en la medida en que recuperen sus acceso a los mercados.
Draghi ha explicado en rueda de prensa los detalles y ha señalado que la compra de bonos se realiza para garantizar la transmisión de la política monetaria a la economía real. Las compras de bonos pretenden también combatir las dudas sobre la irreversibilidad del euro. "El euro es irreversible", ha declarado contundente el presidente del BCE. "Los temores infundados sobre la irreversibilidad del euro son eso, temores infundados", ha añadido en la ronda de preguntas.
Draghi asegura que con ello está cumpliendo estrictamente su mandato y actuando con independencia. Los Gobiernos deben estar listos para activar los fondos de rescate en paralelo a las compras de bonos, con una "estricta condicionalidad". Señala que las compras en el mercado secundario no suponen financiación directa de los Estados, como sí lo serían en el mercado primario, esto es, en las emisiones. Estas posibles compras en el mercado primario correrían de lado del fondo de rescate.
El anterior programa de compra de bonos queda extinguido. El BCE mantendrá los títulos hasta su vencimiento, según ha anunciado Draghi en la rueda de prensa.
España ha aprovechado la mejora de las condiciones de mercado para colocar hoy 3.500 millones de euros en títulos de deuda con una fuerte rebaja sobre los tipos de interés pagados en anteriores subastas.
La rueda de prensa de Draghi en la que explica las decisisones del Consejo del BCE se produce en paralelo a la rueda de prensa conjunta del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la canciller alemana, Angela Merkel, en Madrid, en la que han tratado también los problemas de la zona euro y, en particular, la posibilidad de que España solicite un nuevo rescate a sus socios europeos.
El BCE ya estuvo comprando deuda de los países periféricos desde mayo de 2010 y empezó a comprar deuda española e italiana en agosto de 2011. Sin embargo, detuvo esas compras a comienzos de este año, pues prefirió dar financiación sin límite a tres años a los bancos para que ellos comprasen deuda. Eso, sin embargo, ha agravado el círculo vicioso entre la deuda soberana y la solvencia de las entidades financieras y solo sirvió de alivio temporal para España e Italia. El viejo programa de compra de bonos estaba en teoría vivo, pero inactivo. Hoy ha quedado cancelado definitivamente.
Por eso, ahora, el BCE ha vuelto a plantearse la compra de deuda, aunque con algunas condiciones para vencer las resistencias de Alemania y otros países, que consideran que la vigilancia de la inflación debe ser la tarea casi exclusiva del BCE. De hecho, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha votado en contra de las decisiones del BCE. Draghi ha dicho que la decisión ha sido "casi unánime", pero que un miembro del consejo ha votado en contra.
Posteriormente, el Bundesbank ha expresado abiertamente su rechazo a la decisión tomada por el BCE, pues considera que la compra de bonos debe ser solo una solución de emergencia y que es una forma de financiación monetaria de los Estados.
En cambio, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha aplaudido claramente la decisión del BCE. El FMI se ha mostrado dispuesto a colaborar en el papel de diseño y supervisión de los nuevos rescates que puedan dar lugar a las compras de bonos.
A finales de julio pasado, Draghi aseguró que el BCE haría "todo lo que fuera necesario" para salvar el euro. "Y créanme, será suficiente", apostilló, aflojando la insostenible presión que había entonces sobre la deuda española e italiana.
El Banco Central Europeo también ha relajado las normas sobre garantías para que los bancos pidan liquidez, lo que permite que tengan una situación de tesorería más holgadas. Pero, además, la relajación será mayor para los países que estén sujetos a un rescate, lo que también empuja a España a solicitarlo.
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